A TI, ME PASARÁN COSAS MALAS: TRASTORNO DE PÁNICO
“Algo está pasando en mi cuerpo, pero no puedo nombrarlo. Más precisamente, los médicos no pueden decirlo, fui a muchos médicos y me dicen que no hay ningún problema físico. Dijeron ansiedad al final, pero todavía siento que hay un problema que aún no han encontrado. Si esto continúa así, voy a perder la cabeza."
Si alguna vez te has encontrado en esta situación o en una similar, es posible que estés sufriendo un trastorno de pánico o un trastorno de ansiedad. Es posible que notes síntomas corporales convincentes, como sensación de agobio, mareos, dificultad para respirar y palpitaciones del corazón, que suelen aparecer repentinamente cuando no hay nada. Durante estos síntomas, pueden aparecer en su mente escenarios como si algo malo le fuera a pasar. Cuando piensas en estos escenarios, dices que en realidad nunca te han sucedido antes porque simplemente tienes miedo de que "te sucedan". La principal emoción asociada con esta situación es la ansiedad. Está a punto de sucederte un desastre y no sabes cómo afrontarlo. En este punto, nos encontramos con dos distorsiones importantes: uno sobreestima el riesgo de peligro y subestima sus propios mecanismos de afrontamiento.
Las personas que experimentan ataques de pánico buscan constantemente una señal, piensan que algo anda mal en su cuerpo y escanean constantemente su cuerpo. Con este estado de vigilancia constante, es posible que seas demasiado sensible a tu cuerpo. En este punto, una sensación extraña desencadena el pánico, como el calor, el consumo excesivo de cafeína, la ira, la excitación… Por ejemplo, una avería en un ascensor o un accidente aéreo… Toda esta vigilancia nos lleva a desarrollar constantemente conductas evitativas; como no viajar, no tomar ascensor, no ir a lugares donde nos hemos sentido mal antes.
El punto más importante a la hora de afrontar estas situaciones es ampliar nuestras experiencias de vida. Te pierdes mucha vida por culpa de los miedos y, en algún momento, esto intensifica tu sentimiento de maldad. ¿Qué podemos hacer para continuar la vida paso a paso, tratando de comprender el origen de nuestras ansiedades y su presencia en nuestras vidas? Verás hasta dónde llegarás. Si no puede superar esto por su cuenta, considere buscar ayuda; ¿Por qué vivirías tu vida con estos sentimientos y conductas de evitación? La vida fluye y tenemos una manera poderosa de cambiar. A veces salirnos del camino que conocemos nos lleva a hermosas paradas para explorar. Vivir la vida es estar en el camino.
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