Matrimonio;
yo
contigo
protegiéndonos
respetándote
contigo Quiero ser nosotros juntos.
Así es un matrimonio sano y feliz. El matrimonio es el segundo nacimiento del hombre. El matrimonio es el tercer nacimiento en la terapia de pareja. Un matrimonio con fronteras bien definidas nos permite ser nosotros protegiéndonos a nosotros mismos.
La terapia de pareja y matrimonial es un tipo de psicoterapia que intenta comprender la relación de pareja entre sí, cómo este estilo de relación se refleja en los comportamientos y en la relación misma, y ve el sistema familiar como un todo y no como un todo. relaciones interpersonales.
Hoy en día, las expectativas de las parejas entre sí, el deseo de felicidad y los estándares mínimos han aumentado en las relaciones entre hombres y mujeres, y la necesidad de ayuda profesional ha aumentado. Las luchas de poder, los problemas económicos, centrarse en lo negativo, ser acusatorio, la insuficiencia o incomodidad en la vida sexual, las relaciones de parentesco, la falta de comunicación y las formas incorrectas utilizadas en la resolución de problemas se convierten en problemas importantes en las relaciones. Cuando se produce el matrimonio, aparecen "costos" y disminuyen las "recompensas".
Las parejas se centran más en lo negativo que en lo positivo. El enfoque negativo conduce a un aumento de comportamientos negativos; Las parejas pueden enfrentar problemas tales como críticas, actitudes defensivas, condescendencia, construcción de muros, presión, agresión, desconexión emocional, retraimiento, escape, peleas y abandono.
Relación, un matrimonio feliz No significa que no haya problemas ni discusiones. Una relación sana depende de la intimidad, la sensualidad y el compromiso de forma equilibrada.
En la terapia matrimonial, las parejas esperan la menor inversión, asumir la responsabilidad en lugar de culpar, una vida sexual sana y feliz, una escucha activa en el diálogo, dedicar tiempo de calidad, aceptar, tiene como objetivo enseñar a comunicar, compartir y comunicación reparadora y concienciar sobre estos. Por eso aprender a comunicar es fundamental.
Aprender a discutir y pelear de forma saludable forma parte de la terapia de pareja. En algunos casos, ayudar a terminar la relación de forma saludable está entre los deberes de la terapia matrimonial.
Serás una buena esposa siempre que puedas comprenderte a ti misma y a tu cónyuge, tener una conversación sana, resolver problemas y aceptar las diferencias. Mientras las parejas estén abiertas al cambio y al desarrollo con buenas intenciones, no habrá problema que no pueda resolverse.
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