La laparoscopia es el proceso de observar el interior del abdomen con un endoscopio (sistema de cámara). Hoy en día, casi todas las operaciones ginecológicas se pueden realizar mediante laparoscopia. En términos generales, la laparoscopia puede ayudar a tres grupos de pacientes:
1. Personas con enfermedades ginecológicas
a. Endometriosis
b. quistes ováricos
c. anomalías del desarrollo que se originan en el útero
d. Miomas
;e. Motivos no cancerosos que requieren la extirpación del útero y los ovarios (como sangrado, quiste, masa)
2. Personas con cáncer ginecológico
a. Cáncer intrauterino (endometrio)
b. Cáncer que se origina en la pared uterina
c. Cáncer de cuello uterino (cuello uterino)
d. Cáncer de ovario
3. Disfunción del suelo pélvico
a. Incontinencia urinaria
b. Prolapso uterino
c. Prolapso de intestino y/o vejiga urinaria procedente de la vagina
¿Quién es apto?
La endoscopia se puede realizar a cualquier persona cuyo estado general sea adecuado para la operación. Es posible que la endoscopia no sea la preferida en pacientes con problemas respiratorios o cardíacos graves, ya que durante el procedimiento se utiliza la posición cabeza abajo.
¿Cuáles son sus ventajas?
La mayoría Las cirugías abriendo el abdomen ahora se pueden realizar con laparoscopia e histeroscopia. Las ventajas de la endoscopia provienen del hecho de que las incisiones en la piel son mucho más pequeñas. El tamaño de la operación realizada en el interior es el mismo que el de la cirugía abierta. Por lo tanto, el paciente siente menos dolor, permanece en el hospital por menos tiempo y regresa al trabajo antes.
• Tiempo de recuperación más corto
• Regreso al trabajo más rápido < br /> • Menos sangrado quirúrgico
• Incisión cutánea más pequeña
• Menos infecciones de la pared abdominal
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Los avances en la cirugía laparoscópica, que se utilizó por primera vez con fines de diagnóstico únicamente para observar el interior del abdomen, son bastante rápidos.
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