La glándula tiroides, que es una glándula endocrina con forma de mariposa ubicada frente a la tráquea en la mitad anterior inferior del cuello, es más grande que el tamaño normal para la edad y el sexo del paciente. El bocio es más común en las mujeres. En el bocio, la producción de hormonas de la glándula tiroides puede aumentar (hipertiroidismo), normal (eutiroidismo) o disminuir (hipotiroidismo). La deficiencia de yodo en la dieta es la causa más importante de bocio en todo el mundo. Una tarea importante de la glándula tiroides es tomar yodo de la sangre para producir hormona tiroidea. En una persona con deficiencia de yodo, la glándula tiroides produce menos hormona tiroidea. La glándula pituitaria en el cerebro detecta que el nivel de hormona tiroidea es demasiado bajo y envía una advertencia a la glándula tiroides. Esta señal estimulante es la TSH. Cuando la glándula tiroides intenta compensar su producción de hormona tiroidea, se agranda gradualmente y se produce el bocio. Con el tiempo, se pueden formar glándulas redondas de forma ovalada llamadas nódulos y nódulos en la glándula tiroides. Si bien la incidencia del bocio es del 0 al 5% en las regiones sin deficiencia de yodo, supera el 30% en las regiones con deficiencia grave de yodo. Es muy importante que la deficiencia de yodo sea una causa prevenible. A medida que se corrige la deficiencia de yodo en una población, la frecuencia del bocio disminuye. Cuando más del 10% de la población tiene bocio, se le llama endémico = bocio difuso. Si esta tasa es inferior al 5%, se define como bocio esporádico = poco frecuente.
El bocio que se desarrolla como resultado de la deficiencia de yodo puede ser nodular, multinodular o difuso (nodular). El bocio nodular se presenta con una tasa del 25% a partir de los 40 años en nuestro país. Mientras que el 95% de los nódulos tiroideos son benignos, el 5% se vuelven cancerosos. Si el nódulo se desarrolló como resultado de la radiación (radiación) en la región del cuello, el riesgo de cáncer es mayor. Alrededor del 20% de las biopsias de tiroides se reportan como nódulos sospechosos. Mientras que la probabilidad de cáncer es del 15-20% en los nódulos fríos detectados mediante gammagrafía, esta probabilidad ronda el 5% en los nódulos calientes. Cuando el bocio nodular es muy grande, puede comprimir la zona del cuello y provocar dificultad para respirar. Los nódulos grandes y calcificados pueden volverse cancerosos. El cáncer también es posible en pequeños nódulos. Además, los nódulos pueden ganar autonomía y provocar una secreción excesiva de hormona tiroidea.
La causa más común de formación de bocio en países donde no hay deficiencia de yodo es la tiroiditis de Hashimoto. El sistema inmunológico del cuerpo. Es una condición en la que se vuelve maníaco y ataca la glándula tiroides (autoinmune). La glándula tiroides se daña en este proceso y no puede producir suficiente hormona tiroidea. La glándula pituitaria detecta un nivel bajo de hormona tiroidea y libera más TSH para estimular la tiroides. Este estímulo puede hacer que la tiroides se agrande. Otra causa común de bocio es la enfermedad de Graves. La enfermedad de Graves también es autoinmune. En este caso, el sistema inmunológico de la persona produce una proteína llamada inmunoglobulina estimulante de la tiroides (TSI). La proteína llamada TSI estimula la glándula tiroides, provocando que ésta se agrande. Además, esta proteína llamada TSI estimula la glándula tiroides para que produzca demasiada hormona tiroidea. Por tanto, se produce hipertiroidismo. Cuando la glándula pituitaria detecta que se está produciendo demasiada hormona tiroidea, reduce la secreción de TSH. Causas raras que pueden desencadenar el desarrollo del bocio distintas a la deficiencia de yodo: radiación en el área del cuello, fumar, algunos alimentos llamados bocio natural (formadores de bocio), deficiencia de selenio, deficiencia de zinc, estrés emocional, productos químicos, desechos industriales, algunos medicamentos, algunos inflamatorios. Enfermedades y predisposición familiar. Los alimentos llamados bociógenos naturales incluyen el maíz, la soja, la batata, la linaza, la col rizada, la coliflor, el brócoli, el nabo y el coco. Estos productos deben consumirse con moderación.
Los síntomas y molestias en las enfermedades de la tiroides suelen ser leves. La tiroides puede ser palpable cuando hay hinchazón en el cuello. Mientras que en pacientes con hipertiroidismo se observan palpitaciones, aumento del ritmo cardíaco, nerviosismo, dificultad para respirar, sudoración, temblores, diarrea, euforia, sofocos y pérdida de peso; En caso de hipotiroidismo, se esperan fatiga, debilidad, somnolencia, irregularidad menstrual, engrosamiento de la voz, ronquera, estreñimiento, cabello y uñas quebradizos, edema y disminución de la frecuencia cardíaca. El examen físico, los análisis de sangre, la ecografía, la gammagrafía y las biopsias de tiroides son muy valiosos en el diagnóstico.
El objetivo del tratamiento del bocio es detener y/o reducir el crecimiento de la glándula tiroides, aliviar la presión debida al crecimiento, normalizar el nivel de hormonas tiroideas en sangre si son anormales, y para tratar si hay cáncer de tiroides concomitante. Si el bocio no es muy grande, no causa ninguna molestia y la glándula tiroides produce suficiente hormona tiroidea, normalmente no se requiere ningún tratamiento. En tales casos, el médico En lugar de iniciar el tratamiento inmediatamente, su médico puede realizar un seguimiento de su bocio a intervalos regulares.
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