No hay nadie que no haya escuchado esta frase: "No importa si es niña o niño, siempre que esté sano". Está en boca de todos los padres que quieren tener hijos. Mientras los padres esperan que nazca su bebé, a veces dicen "Si es niña, llamémosle así", y si es niño, "Vamos a llamarle así", pero la frase siempre termina de la misma manera: " Que esté sano, ya es suficiente". Porque la salud está por delante del nombre que se le da al niño y del género.
La decisión de los padres de tener un hijo es un punto de inflexión importante y trae consigo muchos cambios e innovaciones. Además de estas innovaciones, los padres desempeñan un papel muy importante a la hora de ayudar a los niños a convertirse en personas que piensan sanamente, toman decisiones, cuestionan, investigan, tienen confianza en sí mismos y son capaces de adaptarse a la sociedad. Los padres siempre esperan que el nuevo niño se desarrolle normalmente y ni siquiera quieren pensar que pueda tener necesidades especiales. Finalmente, nace el bebé. Se necesita tiempo para que los padres acepten el hecho de que tienen un hijo con necesidades especiales y reorganicen sus vidas con este hecho, independientemente del nivel y grado de discapacidad del niño. Sus reacciones ante las situaciones difíciles que encuentran durante este proceso incluyen conmoción, decepción, negación y culpa, así como problemas psicológicos. Además, comienzan a producirse cambios en sus roles parentales, en su vida personal y empresarial. Es evidente que los padres de niños con necesidades especiales experimentan problemas psicológicos y emocionales como somatización, estrés, ansiedad y depresión con mayor frecuencia que los padres de niños con un desarrollo normal.
La falta de tiempo, dinero y energía para cuidar al niño es una de las situaciones que desgasta a los padres.
También se puede decir que los padres con niños especiales experimentan dificultades para cumplir con las exigencias de la vida diaria y muchas veces Experimentar sentimientos como culpa, ira, impotencia, fracaso y vergüenza. Al mismo tiempo, situaciones como el número de hijos en la familia, el apoyo social insuficiente, el bajo nivel de ingresos, el estado civil y los niveles de resiliencia ante las dificultades que enfrentan desempeñan un papel eficaz a la hora de experimentar graves problemas mentales y emocionales. Personas con necesidades especiales Para cumplir con los requisitos de tener un hijo, los padres recurren primero a los recursos que tienen, es decir, a las personas del entorno inmediato como madres, padres, cónyuges, amigos y amigas. Cuando estos recursos no pueden cumplir con los requisitos requeridos, recurren a otros recursos, es decir, profesionales. El apoyo que los padres reciben de su círculo cercano o de instituciones les ayuda a aceptar la situación del niño con necesidades especiales, adaptarse y afrontar los problemas. ¿Qué es lo primero que los padres notan sobre sus hijos? Lo primero que notan sobre los problemas de desarrollo de sus hijos son anomalías del lenguaje. Además, los padres notan que sus hijos presentan afecciones como ausencia de distintos tipos de llanto, incapacidad para imitar sonidos, movimientos, posturas, miradas, incapacidad para comprender instrucciones y problemas de audición. Los padres se enfrentan a pensamientos negativos cuando necesitan ayuda psicológica para mantener su resiliencia psicológica y satisfacer las necesidades de sus hijos durante estos difíciles procesos. Se puede decir que los padres con estos pensamientos negativos enfrentan problemas como bajos niveles de resiliencia, autoestima negativa e impotencia. Por lo tanto, los padres que tienen tales sentimientos y pensamientos pueden hacer que tengan una actitud negativa hacia la obtención de ayuda psicológica, aunque sientan la necesidad de obtener ayuda psicológica. Por este motivo, es fundamental para el desarrollo de sus hijos que los padres con hijos especiales protejan su salud mental y acepten la situación de sus hijos lo antes posible. También es muy importante que el apoyo social brindado a los padres sea alto para ayudarlos a afrontar este difícil proceso y proteger su salud mental. No hay que olvidar que “el mayor temor de todas las madres es que sus hijos mueran, mientras que el mayor temor de las madres con hijos con necesidades especiales es morir antes que sus hijos.” Deseándoles días saludables…
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