CIRUGÍA DE PRÓSTATA CERRADA CON TECNOLOGÍA PLASMACINÉTICA PARA UN AUMENTO DE PRÓSTATA BENEFICIADO

La cirugía cerrada de próstata (resección transuretral de próstata) es el tratamiento quirúrgico que se realiza con más frecuencia para la hiperplasia prostática benigna (HPB) y está aceptada como el método de tratamiento estándar de oro en muchos entornos científicos. Puede utilizarse de forma segura en pacientes con hiperplasia prostática benigna que no supere los 80 gramos. En este método, después de que el paciente recibe anestesia general o espinal, se ingresa al tracto urinario con una herramienta especial y se cortan los tejidos de la próstata utilizando energía plasmacinética. El tejido prostático se corta en tiras y luego se extrae el tejido prostático acumulado en la vejiga urinaria con un sistema de vacío. Después de la cirugía, se coloca un catéter en el tracto urinario y se mantiene durante un promedio de 2 a 3 días.


La ventaja más importante de la cirugía de próstata cerrada es que la parte de la próstata que bloquea el tracto urinario se elimina en poco tiempo, creando un espacio, y se puede realizar un examen patológico de los tejidos eliminados.


Muchos pacientes pueden ponerse de pie en 6 a 8 horas con agua y ingesta de alimentos, pudiendo volver a hacer vida normal al día siguiente de la operación. El alta es posible después de que se retira el catéter el tercer día de la cirugía.

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