Jorobado, o “Cifosis” como se le conoce en medicina, es el nombre que se le da a nuestra columna y por ende a que nuestro cuerpo se encuentre en una posición inclinada hacia adelante por diversos motivos. En los últimos años su frecuencia ha aumentado, especialmente entre niños y jóvenes, generando preocupación en las familias.
Cuando nos encontramos con esta situación, primero es necesario revelar el tipo y la causa de la cifosis, es decir, jorobado. Sería apropiado dividir aproximadamente este trastorno en dos. La primera es la cifosis postural, es decir, jorobado debido a un trastorno postural - en cuyo caso en realidad no existe ninguna enfermedad real. -
Cuando se enfrenta con la cifosis postural se plantean inquietudes en la familia y en el paciente, sería conveniente corregirlos e informarles sobre lo que deben hacer.
La segunda es que la cifosis, es decir, la joroba, se produce por una enfermedad real. Si existe tal situación, es importante detectarla sin demora, distinguirla de los pacientes con cifosis postural, que es un problema relativamente más inocente, encontrar las razones médicas e iniciar el tratamiento si es necesario.
El primer grupo, la cifosis postural, es el jorobado más común que se observa en las clínicas ambulatorias y es uno de los tipos. Es una condición más inocente e inofensiva que todos los demás tipos de jorobadas. Suele verse durante la infancia y la adolescencia. A veces se observa en adultos que trabajan muchas horas en un escritorio y especialmente frente a una computadora. Ocurre debido a un trastorno al sentarse o a la postura. Las familias generalmente se preocupan cuando ven que el niño se inclina excesivamente hacia adelante en la mesa y lo llevan para que lo examinen. En los exámenes realizados, es decir, radiografías, resonancias magnéticas y tomografías de la columna, se ve que la columna y los tejidos nerviosos que contiene están completamente intactos y normales. Entonces no hay enfermedad. Sólo porque la persona está así, cuando la miramos desde fuera parece un "jorobado". Especialmente una vida sedentaria y sin ejercicio también puede hacer que esta situación progrese. Los músculos débiles de la columna tienen dificultades para sostener la columna. se ponen erguidos y se vuelven "perezosos", por así decirlo.
Dado que el encorvamiento debido a una mala postura no es en realidad una enfermedad, no hay necesidad de tratamiento médico. Lo que las familias deben hacer en este caso es primero Enseñar al niño la forma correcta de sentarse y hacer deporte. Apoyar y animar a los niños a aumentar sus actividades.
En primer lugar, podemos empezar organizando el entorno de estudio del niño en casa y en la escuela. Lo adecuado sería sentarse erguido e inclinado hacia atrás, y si se utiliza un ordenador, asegurarse de que la pantalla esté a la altura de los ojos y el teclado a la altura de los codos. Durante la lectura y la escritura, sería adecuado ponerse de pie y estirarse al menos 3 veces por hora, es decir, cada 20 minutos, dar una vuelta por la sala y cambiar frecuentemente de posición estando sentado.
Especialmente natación y caminata, deportes de carrera recta, entrenamiento de cintura. Debemos animar a nuestros hijos a realizar todo tipo de deportes, especialmente ejercicios de espalda y cuello, pilates y gimnasia, y tratar de crear un ambiente donde puedan recibir entrenamiento deportivo con profesores profesionales y hacer les encantan los deportes.
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