¿Hambre emocional o hambre física?

“¿Cómo puedo saber si se trata de alimentación emocional cuando quiero comer algo?”

Antes de responder a esta pregunta, te recomiendo leer mi artículo titulado "Qué es la Nutrición Emocional", que es el 1º de la serie Alimentación Emocional que consta de un total de 4 artículos.

Los primeros pasos para prevenir el comer emocional son: El paso más importante es poder distinguir cuál es realmente ese hambre que sientes y que te impulsa a comer. Para hacer esto, hágase inmediatamente esta pregunta.

“¿El hambre que siento es hambre física o hambre emocional?”

Deberías hacerte esta pregunta cuando te encuentres en el cocina con ganas de comer algo. Sería útil comenzar aprendiendo a distinguir entre los dos.

Porque las emociones son un factor muy importante que afecta a nuestra conducta alimentaria, como en casi todos los aspectos de nuestra vida. Y este sentimiento que usted considera hambre puede ser sus emociones profundamente ocultas o reprimidas e ignoradas que necesitan ser vistas, escuchadas y notadas.

Aquí tienes las diferencias que distinguen los dos estados de hambre:

La sensación de hambre emocional surge de repente y quiere ser saciada de inmediato. Sin embargo, el hambre física es un hambre que poco a poco va aumentando gráficamente y puede posponerse.

Si hay hambre emocional, se continúa con la conducta alimentaria a pesar de la sensación de saciedad. Una persona come algo incluso si está llena. Pero al final se arrepiente y se siente incómodo. Sin embargo, en el hambre física, cuando una persona está saciada, puede dejar de comer con sensación de saciedad, y al final del acto de comer, hay una sensación de satisfacción, no de arrepentimiento.

En El hambre emocional, los hidratos de carbono, los alimentos azucarados, crujientes y con sonido pueden darnos una sensación de placer, aunque sea por poco tiempo, y son muy saciantes. Si bien se prefieren ciertos alimentos no saludables, incluso un plato de verduras o una sopa pueden nos dan un gran placer durante el hambre física.

Y la diferencia más importante entre el hambre emocional y el hambre física es que, a diferencia de comer por hambre física, al finalizar la alimentación emocional, se siente un sentimiento de CULPA.

Para el siguiente tercer paso de la serie Alimentación emocional, puedes leer mi artículo titulado CICLO DE ALIMENTACIÓN EMOCIONAL.

Si tienes el hábito de comer emocionalmente. Si estás pensando en ello, si quieres descubrir tus desencadenantes emocionales, llegar a la raíz de ese problema que trastoca tu calidad de vida, darte cuenta de sus causas y querer avanzar permanentemente en tus hábitos alimentarios, la mejor manera sería para obtener el apoyo de un psicólogo experto.

¡La vida es bella juntos...!

 

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