Si miras a algunas personas, son sinceras y cómodas en sus relaciones con los demás. Otros actúan de manera muy distante y evitan las relaciones cercanas; Si alguien quiere establecer intimidad, elige terminar su relación o logra mantener una gran distancia entre ellos. Estas personas se comportan así principalmente porque temen exceder sus límites y ser víctimas después. Entonces, ¿qué tipo de actitud tenemos en nuestras propias relaciones? En otras palabras, ¿nuestras relaciones se basan en un apego seguro?
Se forman varios estilos de apego dependiendo del tipo de vínculo que forma un niño con el primer cuidador o la madre. Con la formación del primer apego, el niño realiza inversiones emocionales que afectarán su comportamiento y pensamientos futuros. Desarrolla un estilo de apego hacia las nuevas personas que conoce, similar a la relación que tenía con su madre cuando era niño.
Una persona primero establece una relación con sus padres o cuidadores que puedan reemplazarlos en su vida. Son los primeros en aprender cómo es el mundo y cómo tratar a los demás. Si la madre hace que su hijo sienta que el mundo es un lugar peligroso y, por lo tanto, poco confiable, el niño será más cauteloso, ansioso o evasivo en sus relaciones de lo que debería, creando un apego inseguro. Porque cuando el niño necesitó a su madre, no pudo encontrarla y no recibió la atención y el amor que esperaba. Por lo tanto, intentará compensar esta deficiencia ya sea apegándose demasiado a los demás por miedo a perderlos (apego ansioso) o prefiriendo mantenerse alejado de los demás para minimizar el daño que pueda recibir (apego evitativo). p>
Por otro lado, un niño que ve a su madre cuando es necesario y puede sentir su amor y afecto lo suficiente, prefiere ser moderado en sus relaciones con los demás en la edad adulta. Establece relaciones sanas con confianza en sí mismo, en las que puede proteger sus límites y confiar sin miedo al abandono. En este punto, la persona se encuentra en un apego seguro. Puede empatizar fácilmente con los demás; Cuando se enfrenta a un problema, intenta encontrar soluciones en lugar de ser agresivo de inmediato. Puede establecer relaciones cálidas y afectuosas cuando sea necesario. Sin embargo, si una relación no es de confianza y la persona tiene dificultades para mantener plenamente el equilibrio en sus relaciones debido a su ansiedad, puede recopilar pistas sobre esa primera relación que afectan a cómo percibe el mundo y su entorno. Así, gracias a la conciencia que adquiere, puede dirigir con mayor precisión sus relaciones.
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