En primer lugar, necesitamos saber por qué estamos atravesando una dulce crisis. ¿Esta crisis se debe a un estado metabólico, al hambre o a un estado emocional? La nutrición irregular y desequilibrada durante el día y el hambre prolongada provocan fluctuaciones en el nivel de azúcar en sangre y el cuerpo puede recurrir a alimentos azucarados y poco saludables para aumentar el nivel de azúcar en sangre. La mejor forma de salir de esta situación en la que la hormona insulina se segrega desequilibrada es adoptar una dieta saludable.
Pero si esto te pasa todo el tiempo y tienes sobrepeso y al mismo tiempo tienes exceso de grasa alrededor del abdomen, puede haber un trastorno en el metabolismo de la insulina y la glucosa. Por ello, es necesario establecer una dieta adecuada realizando las evaluaciones médicas necesarias.
Para prevenir crisis dulces por regulación irregular del azúcar en sangre; Especialmente si no tomas refrigerios durante el día, debes elegir comidas que consistan en opciones saludables. Debes incluir en tus comidas alimentos compuestos por carbohidratos complejos, no alimentos compuestos por carbohidratos simples. Por ejemplo, consumir harina integral o pan de centeno en lugar de pan blanco, o consumir pilaf de bulgur en lugar de pilaf de arroz. Además, los carbohidratos complejos son más ricos en fibra que los simples, por lo que son eficaces para aumentar la sensación de saciedad al permanecer más tiempo en el estómago. Al mismo tiempo, agregar fuentes de proteínas vegetales y animales a su dieta es beneficioso en términos de aumentar el tiempo de saciedad. Como ejemplo de proteínas vegetales podemos poner como ejemplo las legumbres. Se debe prestar atención al consumo de garbanzos, judías, judías y lentejas al menos dos veces por semana. No debes olvidar incluir verduras y frutas en tu dieta. En particular, se debe tener cuidado de consumir la fruta en sí, no el jugo. Conviene añadir a la dieta el consumo de aceite de oliva y semillas oleaginosas como nueces, avellanas y almendras, que se encuentran entre las grasas saludables de la dieta, ya que desempeñan un papel muy activo en el aumento del período de saciedad. Por último, se debe prestar atención a la ingesta de líquidos y asegurarse de que su cuerpo no se deshidrate durante el día. A veces puedes sentir hambre incluso cuando tienes sed. Por eso debes cuidar de beber al menos dos litros de agua al día.
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