Me estoy divorciando, ¿qué pasa con mi hijo?

Los niños primero aprenden a amar y ser amados de sus padres. En un ambiente familiar es muy importante que los padres se cuiden con amor y hagan sentir a sus hijos este hermoso vínculo. Todo niño merece crecer en un hogar feliz y tranquilo. ¿Qué niño querría un ambiente hogareño donde haya peleas constantes en casa y los padres se miren con enojo? Especialmente si la situación ha alcanzado el nivel de violencia... Los niños sienten la infelicidad y la tensión de sus padres, de hecho, son conscientes de todo... En tales casos, una decisión de divorcio puede ser la decisión correcta para la salud psicológica. tanto de los padres como del niño, en lugar de continuar el matrimonio.

¿Cómo le explicaré el divorcio a mi hijo?

Gestionar correctamente este proceso es muy importante para evitar heridas permanentes en el niño. En primer lugar, esta decisión debe explicarse al niño de la forma más precisa posible en presencia de ambos padres. Las explicaciones deben ser claras y no confundir más al niño. Lo que la madre y el padre dicen debe ser coherente, al niño no se le deben hacer promesas que no se cumplirán para hacerlos felices en este momento, y definitivamente no se le debe mentir. Los padres no deben hablar en un lenguaje que se culpe unos a otros. Los niños generalmente se culpan a sí mismos por el divorcio y piensan: "Los molesto, se divorciarán por mi culpa". Durante este proceso, se le debe explicar al niño que no es culpable y que esta es una decisión que él tomó.

Especialmente para los niños pequeños, ¿qué pasará conmigo ahora? ¿Con quién viviré? ¿Nunca volveré a ver a mi madre o a mi padre? Surgen signos de interrogación como estos y estas incertidumbres hacen que el niño se sienta ansioso. Estas preguntas deben responderse claramente, una por una, y se debe reducir la ansiedad del niño.

¿Cómo afecta el divorcio a mi hijo?

La personalidad y las características de desarrollo de cada niño son diferentes. Los factores son la edad del niño, el sexo, los cambios en su vida después del divorcio y su relación con los padres. Algunos niños superan este proceso rápidamente, mientras que a otros les resulta más difícil. Las posibles reacciones de los niños tras el divorcio son sentirse infelices, impotentes y pesimistas. Durante este proceso se pueden observar en los niños las siguientes conductas y estados emocionales:

*Estado de ánimo pesimista, deprimido

* Deseos frecuentes de llorar

*Estado de ira

*Culpar a uno de los padres

*Apego excesivo a la madre o al padre

*Amigos que no quieren ver a alguien o no quieren hacer cosas que antes disfrutaban

*Renuencia a ir a la escuela, disminución de las calificaciones

* Mojar la cama, morderse las uñas, terrores nocturnos en niños más pequeños

p>

*Irregularidad en el sueño y el apetito

Se debe observar estrechamente al niño. La frecuencia y severidad de las conductas son importantes. Si es necesario, se debe buscar el apoyo de un experto. A veces los padres consideran volver a estar juntos debido a estos reflejos negativos del divorcio en sus hijos. Volver a estar juntos, así como divorciarse, es una decisión importante que debe considerarse cuidadosamente.


 

¿A qué deben prestar atención los padres después del divorcio?

¿Qué pasa si los padres ponen fin a sus vínculos matrimoniales? Aunque sus hijos y sus roles como padres son lo único que no cambia. Es recomendable minimizar los cambios en la vida del niño después del divorcio. Por ejemplo, si es posible, no se debe cambiar la casa donde vive el niño ni la escuela a la que asiste. Si es posible, se recomienda continuar con los rituales familiares, como celebrar juntos el cumpleaños del niño.

Después del proceso de divorcio, desafortunadamente, algunos padres continúan con los conflictos y fricciones entre ellos. Si una de las partes quiere continuar la relación y hacer las paces, puede utilizar al niño en esta situación o puede hacer declaraciones que lo confundan, como "todavía nos amamos, nos reconciliaremos pronto". Desafortunadamente, esto causa confusión en los niños, aumenta su ansiedad y hace que se queden atrapados entre los padres.

                  

En nuestra sociedad, existe la idea de que todos los hijos de una familia divorciada serán infeliz, fracasado o problemático. O cada problema vivido se atribuye al divorcio. Por supuesto, el divorcio afecta negativamente tanto a los padres como a los hijos, pero no sería correcto decir que el divorcio por sí solo causa problemas psicológicos en el niño. No hay que olvidar que es mucho más importante que el niño crezca en un ambiente pacífico que tener un matrimonio poco saludable. Lo importante es realizar este proceso de forma sana y correcta como padre.

& nbsp;

Leer: 0

yodax