El trauma se refiere al impacto psicológico en una persona causado por eventos y situaciones que representan una grave amenaza para nuestra vida, la integridad de nuestro cuerpo, nuestros seres queridos, nuestra vida y nuestro sistema de valores. Situaciones como sentirse valioso y seguro, ver el mundo como significativo y aceptable y encontrar a otras personas buenas y útiles se ven amenazadas.
● “No estoy seguro, el mundo es un lugar muy peligroso”.
● “Ningún lugar es seguro para mí”.
● “Mi mundo es un mundo cruel y es imposible predecir lo que sucederá en este mundo”.
● “Nadie está ni estará conmigo”.
Creencias sacudidas como éstas ocurren.
El Trastorno de Estrés Postraumático ocurre un mes después del evento traumático. La persona vive el acontecimiento como si se repitiera constantemente en el presente, y esas escenas vuelven a pasar ante sus ojos. Por supuesto, esta situación afecta en gran medida el funcionamiento diario. En consecuencia, la persona desarrolla una respuesta de evitación al mantenerse alejada de cualquier cosa que le recuerde el trauma. "El mundo no es un lugar seguro, el peligro puede volver en cualquier momento." Se producen situaciones como asustarse fácilmente al pensar en algo, reaccionar exageradamente ante cosas pequeñas y alterar el sueño.
Entonces, ¿cómo nos curamos después de un trauma?
El proceso de curación consiste en transformar el estado de ánimo traumático en el que nos encontramos en un proceso de crecimiento con los pasos correctos. Significa combinar esta experiencia con la vida y continuar la vida después del trauma. Es tomar el control de la vida a pesar del trauma y los cambios que se producen. En este proceso se buscan fortalecer al cliente y crear nuevos vínculos. Durante el proceso de terapia, la persona puede volver a desarrollar habilidades psicológicas dañadas, como sentirse segura y competente. También es importante que la persona reciba apoyo social de su entorno durante este periodo.
¿Cómo se desarrolla el proceso de terapia postraumática? El proceso terapéutico no siempre avanza hacia lo mejor, sino que continúa con fluctuaciones. En este proceso surgen pensamientos del presente o del pasado de los que quizás nunca se ha hablado, que se han evitado hasta ahora, y emociones intensas que nos afectan profundamente. Así como duele al vendar una herida, sabemos que este dolor debe estar presente para que sane. Terapia Es un proceso como vestir nuestras emociones. El proceso de curación en terapia comienza aquí mismo. Es decir, reprimir las emociones, taparlas; Puede hacernos pensar que lo hemos olvidado y enterrado profundamente. Sin embargo, puede volver a afectarnos con un ligero desencadenante.
No olvidemos que la aceptación del trauma por parte de una persona y el apoyo psicológico y la adopción de medidas para cambiarlo son signos de fortaleza, no de debilidad.
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