Trastorno Obsesivo Compulsivo en Niños y Adolescentes

El Trastorno Obsesivo Compulsivo, conocido popularmente como enfermedad de la obsesión, es un trastorno psicológico clasificado en la categoría de trastornos de ansiedad que los psicólogos clínicos encontramos con bastante frecuencia. El TOC, que puede causar problemas graves en la vida de una persona con el tiempo, puede aparecer en la edad adulta o puede aparecer por primera vez en la niñez.

Un individuo que ha desarrollado pensamientos obsesivos y comportamientos repetitivos para aliviar la angustia causada por estos pensamientos. debe ser consultado por un psiquiatra o clínica especializada debe ser evaluado por un psicólogo. Las personas sanas también pueden exhibir pensamientos o comportamientos obsesivos de vez en cuando, y la presencia de cada obsesión (pensamiento obsesivo) o compulsión (comportamiento obsesivo) puede no requerir un diagnóstico de esta enfermedad. Por este motivo, se debe consultar a un experto en lugar de autodiagnóstico con información obtenida de internet o folletos sobre este tema.

¿Qué es el TOC?

Obsesión (Pensamiento): un pensamiento distinto que la persona intenta suprimir o prevenir. Estos son pensamientos o imágenes repetitivos y persistentes que causan angustia.

Compulsión (Comportamiento): Son conductas o acciones mentales repetitivas que la persona cree que no puede prevenir, se realiza para reducir la angustia causada por pensamientos perturbadores.

Lo que diferencia a los niños de los adultos en los criterios de diagnóstico del TOC es que el adulto acepta que sus obsesiones o compulsiones son excesivas o sin sentido, pero no se espera que los niños las acepten. esto durante el proceso de evaluación.

¿Cuáles son las obsesiones y compulsiones comunes en el TOC?

Obsesiones

Compulsiones p>

 

Prevalencia del TOC en niños y adolescentes

Ç El trastorno obsesivo compulsivo, que comienza en la infancia, se observa en el 1-2% de los niños y adolescentes. La edad de aparición del TOC, que se observa en la infancia, es entre los 7 y los 12 años. Aunque la tasa de aparición en los niños durante la infancia fue 1,5 veces mayor que en las niñas, esta tasa es igual en la adolescencia.

Los síntomas del TOC no deben confundirse con conductas repetitivas en la infancia. La infancia es una época en la que el mundo de la imaginación es rico, y hay algunas conductas pertenecientes a esta época que contribuyen al desarrollo del niño, diferentes a las conductas repetitivas del TOC. Por ejemplo; Comportamientos como tener cuidado de no pisar colas, tener números de la suerte y hacer las cosas en un orden determinado son comportamientos normales que se incluyen en las funciones diarias de los niños, aumentan la socialización y reducen la ansiedad.

 

Comportamientos en TOC

Como contenido; limpiar, apilar, comprobar, repetir. Consume demasiado tiempo del niño/adolescente, creando disfunción. Provoca aislamiento social y provoca mucho malestar.

El TOC es un problema que varía según las etapas de desarrollo de los niños.

Las compulsiones que no van acompañadas de obsesiones a menudo se pueden observar en infancia. Los síntomas compulsivos relacionados con el sistema motor (chuparse los dedos, caminar en círculos) son más comunes en niños diagnosticados de TOC a una edad temprana. En los adolescentes esta situación tiene el carácter de un exceso de obsesiones, es decir, son más angustiosas y menos controlables que en los niños.

Causas del TOC en Niños y Adolescentes

Aunque la causa del TOC no se conoce completamente, las investigaciones en este campo; Investiga los efectos de factores genéticos, predisposición a la ansiedad, disfunciones en las estructuras cerebrales y factores ambientales.

Errores de pensamiento comunes en el TOC

Percepción exagerada de responsabilidad: se sienten responsables no sólo de lo que hacen pero también por lo que no hacen.

Sobreimportancia de los pensamientos: Le dan excesiva importancia a sus pensamientos. Inmediatamente toman en consideración y cuestionan cualquier pensamiento que les venga a la mente. Creen que algo puede hacerse realidad con sólo pensar.

Control del Pensamiento: pensar en algo significa que lo que se piensa no sucede. Pueden pensar que significa querer algo, o pueden creer que la persona debe controlar sus propios pensamientos.

Percepción de amenaza exagerada: la presencia de eventos negativos puede incrementar esta situación.

Intolerancia a la incertidumbre y a lo desconocido: toleran las incertidumbres y lo desconocido, no pueden, intentan encontrar resultados definitivos. Por este motivo, tienen dificultad a la hora de tomar decisiones.

Perfeccionismo: Creen que lo que se hace debe estar libre de errores. Es posible que lo hagan una y otra vez para asegurarse de que sea lo suficientemente bueno. Las actitudes perfeccionistas de la familia aumentan el malestar del niño.

¿Cómo afecta el TOC a la vida del niño/adolescente?

El TOC provoca disminuciones en la atención debido al malestar que crea en el niño/a la vida escolar del adolescente. El niño/adolescente puede experimentar una disminución en el éxito académico porque no puede dedicar tiempo a las lecciones debido a que tiene que lidiar con comportamientos repetitivos. También puede evitar ir a la escuela para evitar pensamientos obsesivos.

El comportamiento repetitivo del niño/adolescente también puede convertirse en objeto de burla entre sus amigos. Además, el niño puede dejar de comunicarse con sus amigos debido a la angustia que le provocan los pensamientos obsesivos.

Los niños con problemas de TOC pueden provocar enfado en los miembros de la familia al hacer las mismas preguntas una y otra vez, con su necesidad de aprobación constante. Es posible que no cumplan con sus responsabilidades en el hogar debido a la intensidad de conductas repetitivas. Si el niño/adolescente está constantemente lidiando con pensamientos y comportamientos obsesivos, puede causar conflictos con la familia.

Quejas físicas

Quejas emocionales

 

 

Deberes de los padres

Encontrarse con este problema psicológico no es culpa del niño. No critiques a tu hijo ni te enojes con él por el comportamiento que se siente obligado a realizar. La mejor ayuda que puede ofrecerle es motivarlo a continuar el tratamiento. Pídale a su terapeuta que le informe sobre la enfermedad durante el proceso de tratamiento. Comparte los problemas de tu hijo. Escuche con interés, sin juzgar. De esta forma evitarás que se retraiga y establecerás una relación con él. Sin embargo, no apoyes sus obsesiones y compulsiones mientras haces esto. Finalmente, los síntomas de la enfermedad pueden causar problemas en la vida educativa de su hijo. En lugar de enfrentar esta situación con enojo, es importante ofrecer formas de ayudar al niño a resolver el problema.

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