La felicidad se ha extinguido, ¿disfrutamos de la infelicidad?

Si sentimos placer por la felicidad, es posible que hayamos llevado la infelicidad a un punto en el que sentimos placer. Las personas pueden desarrollar sentimientos, pensamientos y comportamientos poco saludables, a menudo sin darnos cuenta, para alcanzar sus necesidades espirituales.

Es posible que hayamos llevado la infelicidad a un punto en el que sentimos placer

Observamos en nuestro entorno que muchas personas tienen percepciones de negatividad muy altas. Miran cada momento y cada evento desde el lado infeliz. Cuando miramos a estos individuos, consumen sus experiencias y objetos específicos de felicidad mucho más rápido.

Quizás sea posible explicar la razón de esto por ser un individuo hedonista. Si sentimos placer por la felicidad, es posible que hayamos llevado la infelicidad a un punto en el que sentimos placer. Las personas tienen ciertas necesidades espirituales en su mundo interior y, para alcanzarlas, pueden desarrollar pensamientos, sentimientos y comportamientos poco saludables, a menudo sin darse cuenta. En este contexto, podemos decir que es probable que las personas infelices también estén en este ciclo.

 

El cambio comienza desde el pensamiento

 

Cuando consideramos el tema en términos de necesidades concretas, factores como las condiciones de nuestro país, las opciones profesionales, el tráfico y las preocupaciones futuras nos hacen reaccionar descontentos en todos los campos. Para hacer frente a estos factores, se deben dar más oportunidades a la calidad de vida social.

 

Las personas que están constantemente infelices y no pueden cambiar esto tienden a excluir completamente el problema en sus vidas. Se vuelven más infelices al esperar que cambien los factores externos. Sin embargo, el funcionamiento psicológico de una persona se presenta en forma de una secuencia de pensamientos, sentimientos y comportamientos. Si el individuo primero toma conciencia de sí mismo y da sentido a sus necesidades realistas, comienza el cambio y los efectos negativos de los factores externos disminuyen.

 

Una persona quien constantemente está infeliz en el trabajo experimenta un círculo vicioso

 

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Me gustaría explicar esto con un ejemplo para que esta frase no se malinterpreta. Una persona que constantemente se siente infeliz en el trabajo y piensa que esta situación se debe enteramente a factores externos llega a un callejón sin salida y hace intensas referencias al lugar de trabajo. Estas intensas referencias lo hacen perceptivamente infeliz y muchas cosas Experimenta un círculo vicioso al no poder tolerarlo. Sin embargo, el factor estresante es real y a veces experimentamos infelicidad en el trabajo.

 

Las atribuciones emocionales evocan estrés

 

Este ciclo dificulta el cambio y hace que la persona se sienta deprimida. Si bien esto lo hemos evaluado a través de la personalidad del individuo, es una de las situaciones que no queremos que los lugares de trabajo en nuestro país estén alejados de estrategias para motivar al individuo y resolver problemas.

 

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