Crianza de los hijos durante el Covid-19

Con la continuación del proceso pandémico, los procesos escolares de los niños, los hábitos y el orden establecido en la familia han cambiado considerablemente. Mientras que algunos padres trabajan desde casa y la mayoría de sus hijos continúan con la educación en línea, lo que requiere un nuevo orden en casa, para los padres que no pueden trabajar desde casa, que sus hijos continúen con la educación a distancia puede causarles diferentes preocupaciones. El hecho de que los padres tengan que cambiar su rutina en la que equilibran las responsabilidades laborales y familiares requiere una lucha y un esfuerzo aparte, además de las dificultades que trae la pandemia. Las investigaciones sobre la pandemia en todo el mundo han descubierto que los padres que trabajan desde casa están asumiendo más responsabilidades y teniendo más dificultades que antes de la pandemia.

La frecuencia de estados de ánimo negativos tanto de padres como de niños aumentó durante este período. Es durante este período que los padres experimentan agotamiento mental, físico y emocional. Las personas que se sienten quemadas se retraen emocionalmente y atraviesan un proceso depresivo. El agotamiento de los padres durante la pandemia tiene el potencial de dañar el desarrollo de los niños. Existen algunas estrategias para prevenir el burnout y establecer un nuevo equilibrio entre la vida laboral y familiar. En primer lugar, es necesario determinar los límites. En caso de trabajar desde casa, se debe preferir, si es posible, una habitación separada para atender el trabajo. El objetivo aquí es marcar límites creando un espacio separado para la vida laboral y evitar sentirse obligado a trabajar ininterrumpidamente en casa. La inconsistencia y la desorganización dentro de la familia también pueden hacer que los padres se sientan agotados. Crear rutinas familiares, como comer juntos en familia, crear un período de tiempo en el que todos apaguen sus dispositivos, separar las rutinas de los días laborables y del fin de semana como antes y organizar una noche de cine o de juegos juntos puede reducir el agotamiento. También es sumamente importante que los padres presten atención a su autocuidado. Experimentar altos niveles de estrés puede hacer que los padres se comporten de manera más inconsistente y tengan dificultades. No descuidar el autocuidado es fundamental para gestionar el estrés. Poder socializar de forma segura, hacer ejercicio y realizar pasatiempos relajantes ayuda a los padres a tener un día más equilibrado, mejorando así las relaciones familiares. Tiene un impacto positivo. También es importante que los padres cuenten con apoyo social. Conectarse con padres que pasan por el mismo proceso y poder compartir sus sentimientos y experiencias con un amigo cercano puede brindar apoyo social.

Otra estrategia es remodelar las expectativas familiares. Puede que no todo sea perfecto en este proceso. Es posible que su hijo tenga dificultades para acostumbrarse a la nueva rutina escolar y a su nueva rutina en casa cuando termine el verano. No dudes en preguntar qué necesitan y tener en cuenta sus sugerencias. Es necesario conversar con los niños y escuchar atentamente sus inquietudes sobre el proceso. Sentirse comprendido, brindarles un entorno donde puedan expresar sus sentimientos y pensamientos y que sus padres les brinden información precisa sobre sus inquietudes puede ayudarlos a vivir el proceso con más calma. Garantizar que no pierdan el contacto con sus amigos también puede ser un apoyo para los niños.

Mientras los niños continúan su educación en casa, también es importante levantarse temprano por la mañana, mantener la rutina de preparación y desayuno. como antes, y determine la hora de dormir de los niños por la noche. Para los niños que no quieren seguir clases, puede ser necesario explicarles en un lenguaje apropiado para su edad que esto es realmente tan importante como el proceso escolar y debe tomarse en serio. El entorno en el que estudian debe estar lo más libre de distracciones posible. Se le debe explicar al niño que tiene responsabilidades además de derechos y que las lecciones están incluidas en esta responsabilidad. Además, las tareas domésticas sencillas, como alimentar a las mascotas y poner la mesa para los niños pequeños, y responsabilidades sencillas, como ayudar con las comidas y las tareas domésticas a los niños mayores y a los adolescentes, contribuyen a sus habilidades para la vida y les ayudan a sentirse fuertes y a vincularse con la familia a medida que crecen. contribuir a la familia está sucediendo. Es necesario tener en consideración la edad y capacidad del niño en las responsabilidades que se le van a dar.

 Todo este proceso puede convertirse en una oportunidad para fortalecer los lazos invisibles de amor entre padres e hijos. Quedarse en casa puede ser una oportunidad para pasar más tiempo juntos, divertirnos, hacer cosas juntos y compartir. Sin embargo, en este nuevo orden establecido durante la pandemia, los niños necesitan superar este proceso de la mejor manera posible. No hay que olvidar que, al tiempo que apoyamos a los padres, también debemos protegernos del agotamiento.

 

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