Ataques de choque de postres

¿Cuál es la causa de los ataques de gusto por lo dulce?

Las personas que comen de manera irregular, se saltan comidas y a veces experimentan situaciones estresantes durante el día tienen más probabilidades de tener ataques de gusto por lo dulce, es decir, una tendencia a come dulces. Los carbohidratos proporcionan una gran parte de la energía que gasta el cuerpo y son el primer nutriente que utiliza como energía. Se convierten en glucosa (azúcar), el producto final de la digestión de los carbohidratos de los alimentos que comemos, y se absorben en el intestino delgado y se mezclan con la sangre. Por lo tanto, todos los tejidos utilizan la glucosa para satisfacer sus necesidades energéticas.

Además, el tejido cerebral utiliza únicamente glucosa como energía. Por este motivo, el cuerpo querrá cubrir la energía que necesita, es decir, los ataques de hambre (antojos dulces), tomando hidratos de carbono, es decir, azúcar, de forma intensiva.

Qué ocurre en nuestro organismo durante estos ¿ataques?

La razón de estos ataques es durante el día. Estas son las fluctuaciones que se observan a medida que nuestro nivel de azúcar en la sangre sube y baja. En este caso, si satisfaces este gusto por lo dulce con alimentos que contienen azúcar blanco, al poco tiempo se volverán a producir fluctuaciones irregulares en tu nivel de azúcar en sangre y entrarás en un círculo vicioso con el deseo de comer dulces.

Si consumes una comida que contenga cereales integrales y carbohidratos con alto contenido de fibra, el nivel de azúcar en la sangre aumentará. Tus antojos de azúcar se mantendrán en un nivel equilibrado y tu deseo por los dulces disminuirá notablemente.

¿Existe una conexión entre ¿Antojos de dulces y estado psicológico?

La conducta alimentaria está relacionada tanto con hormonas como con eventos psicológicos. Cuando nos fijamos en las hormonas, el cortisol, que se secreta durante el estrés, provoca ataques de hambre, es decir, antojos de dulces. En situaciones estresantes, las personas recurren especialmente a los carbohidratos, es decir, a los alimentos azucarados, porque estos alimentos aseguran la secreción de la hormona serotonina, que da la felicidad.

Cuando lo miramos desde una perspectiva psicológica, también podemos Llame a esta situación alimentación emocional. Es el deseo repentino de comer debido al estrés, la tristeza y el recurrir a alimentos dulces y azucarados aunque el individuo no tenga hambre. Esta situación, que nos encontramos como un deseo repentino de comer, se alivia temporalmente al cabo de un tiempo, pero poco a poco provoca un aumento de peso, es decir, la obesidad.

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