La ansiedad son los cambios en nuestro cuerpo y pensamientos ante los peligros que pueden surgir en el futuro. Aunque las reacciones fisiológicas provocadas por la ansiedad varían de persona a persona, nos encontramos con reacciones como palpitaciones del corazón, sudoración, dificultad para respirar, debilidad y ansiedad. Aunque nos pueda parecer una emoción negativa, la ansiedad es resultado del instinto de supervivencia de la humanidad desde su existencia. En otras palabras, la ansiedad es imprescindible para sobrevivir y estar preparado ante los peligros habituales. En muchas situaciones que nos provocan ansiedad, como exámenes en el colegio o presentaciones en el trabajo, la ansiedad óptima o moderada siempre nos ayudará. Por supuesto, el trastorno de ansiedad, que alcanza el nivel de enfermedad y socava nuestra vida diaria, puede tener consecuencias indeseables. Contrariamente a la creencia popular, los trastornos de ansiedad son trastornos psicológicos muy arraigados y que comienzan a una edad temprana, incluso si se hacen evidentes de forma repentina o desencadenados por un evento. A diferencia de los adultos, en los niños se pueden observar comportamientos como pesadillas nocturnas, tensión, inquietud, dificultad para organizar los pensamientos, dependencia de alguien y timidez, además de reacciones físicas. Si bien la preocupación por el daño al cuerpo es más prominente en los niños en edad preescolar, la preocupación de que no serán aprobados por su entorno y sus compañeros pasa a primer plano en los niños en edad escolar. El niño puede dudar en expresar su propia opinión, puede que no quiera iniciar un negocio sin la ayuda y el apoyo de los demás y puede tener dificultades para iniciar amistades. Estos problemas también traerán fracasos en la vida escolar. Por supuesto, hay cosas que podemos hacer como padres para ayudar a los niños con problemas de ansiedad. Las investigaciones dicen que la ansiedad depende de muchos factores. Genes, fisiología cerebral, temperamento, factores ambientales, eventos traumáticos del pasado y así sucesivamente... Tú no causaste la ansiedad de tu hijo, pero puedes ayudarlo a superarla.
1-Primero de En definitiva, acepta ese sentimiento que tú no aceptas, a tu hijo le resultará más difícil aceptar una emoción.
2-Acercate con empatía. Escúchalo y dile que la ansiedad es un sentimiento difícil para ti también.
3-Explícale que la ansiedad es un sentimiento necesario. En algunos casos, la ansiedad nos protege y la ansiedad promedio Cuéntanos sus beneficios.
4- Y por último, no olvides consultar y conseguir ayuda de un Psicólogo Experto o Pedagogo.
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