En este método, se extrae sangre del paciente y se procesa en el dispositivo. Después de la separación, el plasma restante se inyecta en la zona de aplicación. La aplicación se puede utilizar en lugares con dolor en las articulaciones, rodillas, hombros, lesiones de ligamentos de la rodilla, artritis, lesiones musculares y otros trastornos.
Después de preparar la sangre, la aplicación debe iniciarse en unos minutos. De lo contrario, el efecto de la sangre disminuirá significativamente. Por tanto, no hay que olvidar que cuanto más rápido se inyecte, mejor será el resultado.
El PRP, que se utiliza sobre todo en aplicaciones intra-rodilla, tiene un gran efecto en esta zona. Los movimientos diarios como sentarse y pararse, subir y bajar escaleras y caminar a veces provocan una carga excesiva en la rodilla y, después de un tiempo, comienzan a producirse daños en las articulaciones de la rodilla. La lubricación de las articulaciones disminuye con el tiempo, especialmente a medida que avanza la edad. Al cabo de un tiempo, comienza el dolor en las articulaciones de la rodilla y la consiguiente limitación del movimiento.
En esta fase la intervención es absolutamente necesaria. Porque cuanto antes se inicie el tratamiento para el dolor de rodilla, más exitoso será el efecto. Si el tratamiento se inicia tarde, el dolor aumentará y luego se producirán trastornos como deterioro del tejido conectivo o menisco. De esta manera, el tratamiento se volverá difícil y quizás sea necesaria una cirugía.
Por lo tanto, ante la aparición de dolor de rodilla, se debe consultar a un médico e iniciar el tratamiento. Es posible deshacerse del dolor de rodilla en poco tiempo con la aplicación de PRP. Porque el PRP es un procedimiento que puede tratar la artritis en las rodillas.
En este tratamiento, la sangre extraída del paciente se centrifuga en poco tiempo. De esta forma se obtiene un plasma especial rico en plaquetas. El plasma obtenido se inyecta en la zona donde se produce la calcificación sin esperas. La curación comienza a las pocas semanas del procedimiento.
No hay evidencia definitiva sobre cuántas veces se debe realizar la aplicación. Dependiendo del grado de malestar, en algunos casos una aplicación es suficiente, pero en ocasiones se puede repetir cada pocas semanas. Además, el PRP debe realizarse en ambientes estériles. De lo contrario, puede producirse una infección.
Después del tratamiento, puede haber una ligera hinchazón o dolor en el área de la infección a un ritmo bajo. Analgésicos simples y hielo. Este problema se puede eliminar con la aplicación.
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