Protección contra enfermedades alérgicas

Las enfermedades alérgicas son el resultado de una predisposición genética heredada de nuestros padres, lo que hace que nuestro sistema inmunológico exagere una respuesta que normalmente no se da ante un alérgeno en el ambiente, y como resultado, el cuerpo sufre daños. Si este tejido son los bronquios, se desarrolla asma, si es nariz, se desarrolla fiebre del heno, si son ojos, se desarrolla alergia ocular, y si son intestinos, se desarrolla alergia alimentaria.

Hay un anhelo expresado por padres: "Si la predisposición alérgica se la transmitimos a nuestro hijo, entonces ¿por qué deberíamos hacerlo nosotros? ¿No ocurre siempre la alergia en los niños?

La respuesta es simple: "Porque usted no ha experimentado lo mismo entorno como el de su hijo."

Existen 4 razones muy importantes hoy en día que provocan la aparición de sensibilidad alérgica y síntomas de enfermedades. Se trata de reglas de higiene, características nutricionales, antibióticos de uso frecuente e irritantes ambientales.

Las reglas de higiene excesivas, en cierto sentido, impiden que el niño encuentre los factores microbianos con los que se enfrentará el sistema inmunológico, desde el nacimiento. Por esta razón, sería bueno evitar conscientemente una higiene excesiva.

El uso necesario e innecesario de antibióticos en cada infección, en cierto sentido, impide que el sistema inmunológico se enfrente a los factores microbianos con los que tendrá que lidiar.

 

Desafortunadamente, muchos síntomas de enfermedades alérgicas imitan las infecciones. Por ejemplo, a los niños con asma se les diagnostica constantemente bronquitis y a los niños con rinitis alérgica (fiebre del heno) se les diagnostica constantemente una infección del tracto respiratorio superior y reciben antibióticos muchas veces.

 

Otro La cuestión es que las características nutricionales son adecuadas para las sociedades occidentales. Casi todas las bebidas gaseosas, refrescos de cola, chocolate, patatas fritas y todos los alimentos industriales deben contener aditivos conservantes.

 

Lo más importante es que el niño se enfrente al uso prolongado de leche materna y aditivos lo antes posible. Habrá medidas preventivas contra las alergias.

 

    La protección contra irritantes ambientales es otra forma de protección. El primero de ellos es el humo del cigarrillo. La exposición a los gases de escape, el aire contaminado, el ambiente interior, la falta de ejercicio, el exceso de peso (¡¡¡obesidad!!!!!! ....), el estilo de vida sedentario también aumentan el desarrollo de enfermedades alérgicas.

 

 

 

    Salud con tu bebé Te deseo una vida feliz.

 

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