La representación mental que uno tiene de sí mismo son imágenes corporales que pueden o no estar relacionadas con su apariencia real. Las opiniones de los padres, otras experiencias tempranas, aspectos internos como las emociones o los estados de ánimo y otros factores pueden alterar la percepción que uno tiene del propio cuerpo. El trastorno dismórfico corporal, una forma grave de imagen corporal negativa, se caracteriza por una obsesión excesiva por un defecto menor o imperceptible en la apariencia.
Comenzamos a formar nuestra imagen corporal desde pequeños. Cuando somos pequeños somos como pequeñas esponjas que absorben todos los mensajes que nos rodean. Estas señales afectan cómo vemos el mundo, a otras personas y a nosotros mismos.
Cuando somos jóvenes, a veces recibimos mensajes claros de quienes nos rodean o de lo que escuchamos. Por ejemplo, los comentarios hechos por los miembros de su familia sobre su apariencia o la de otras personas pueden, en última instancia, influir en la formación de sus ideas sobre lo que describe un físico deseable o indeseable.
Los niños también son sensibles a los mensajes inconscientes y otros mensajes indirectos de los medios. Por ejemplo, en un programa de televisión, todos los niños populares tienen un determinado tipo de cuerpo, mientras que un niño malo o impopular puede ser retratado con sobrepeso. Esta es una forma de expresar que tener un cuerpo más grande es indeseable.
Los efectos de la imagen corporal negativa
El desempeño de una persona en la escuela o en su carrera profesional, la satisfacción en sus relaciones y la calidad de vida en general pueden verse afectados por tener una imagen corporal negativa. La persona a menudo puede centrarse en una característica específica, como las piernas, los senos o la nariz. Sin embargo, este supuesto defecto no es visible para otras personas. Estos pensamientos negativos sobre el propio cuerpo hacen que las personas se concentren en un "defecto" de una manera disfuncional, y algunos incluso pueden acudir a cirujanos estéticos con frecuencia.
Las personas a menudo pasan por alto la función vital del cuerpo debido a preocupaciones sobre la imagen corporal, pero nuestro cuerpo también sirve para muchos otros propósitos vitales, que son mucho más importantes.
Tu cuerpo es un éxito para ti Piensa en todo lo posible. Agradece cada parte de tu cuerpo. ¿Puedes tener en tus brazos a las personas que amas? ¿Tus piernas te llevan a tus destinos? ¿Puedes usar tus manos para tocar cosas? Envíale a tu cuerpo un agradecimiento por todas las formas en que te ha ayudado a lo largo de tu vida.
¿Cómo puedes apoyar a alguien que lucha con su imagen corporal?
Dependiendo de qué tan fuerte afecte a una persona, la imagen corporal negativa puede ser difícil de superar. Anima a tu amigo a expresar sus sentimientos, pero evita cualquier crítica sobre su apariencia o peso. También puedes reunirte con tus amigos para realizar actividades constructivas como alimentación saludable y ejercicio. No olvides decirles a tus amigos que los amas por quienes son, no por su apariencia. Aunque no está mal elogiar a tu amigo por su apariencia, a veces puede ser más beneficioso prestar atención a cosas que no tienen nada que ver con su apariencia. Por ejemplo, puedes felicitar a tu amigo
por su sentido del humor, su coraje, su inteligencia o su gran carácter. Al poner más énfasis en los rasgos de carácter de una persona, puedes distraer la atención de su apariencia exterior.
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