Para abrir el concepto de ansiedad con sus pasos más básicos, es el estado de estar alerta cuando a una persona le sucede un evento peligroso o vivir como si algo malo fuera a suceder. Es necesario separar los conceptos de miedo y ansiedad. Cuando tienen miedo, las personas están alerta ante una situación que les puede suceder en el presente. La ansiedad, por otro lado, es el estado de alerta por la preocupación de que algo malo te suceda en el futuro. En resumen, el miedo tiene que ver con el presente, la ansiedad tiene que ver con el futuro. El miedo es una emoción a corto plazo, mientras que la ansiedad es una emoción a largo plazo. La ansiedad se divide en ansiedad normal y ansiedad patológica. Normalmente clasificamos la ansiedad que se presenta en la vida de una persona, como muerte real, virus, discapacidad o que no hemos experimentado antes y en la que no podemos pensar.
La ansiedad y el miedo tienen efectos importantes en las personas, el más importante de los cuales es la activación de nuestro sistema nervioso simpático en nuestro cuerpo. El miedo estimula nuestro sistema nervioso simpático en un nivel alto, mientras que la ansiedad estimula nuestro sistema nervioso simpático en un nivel bajo. Debido a que la persona experimenta ansiedad y estimula nuestro sistema nervioso, la persona experimenta inquietud e inquietud. En el caso del miedo, dado que nuestro sistema nervioso está muy estimulado, se produce sudoración, aceleración de la respiración y aceleración del ritmo cardíaco. Nuestro cuerpo tiene un sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso autónomo surge automáticamente en nuestro cuerpo. El sistema nervioso autónomo se divide en simpático y parasimpático. El sistema nervioso parasimpático le da a nuestro cuerpo descanso y órdenes nerviosas. El sistema nervioso simpático da las órdenes de lucha/huida a nuestro cuerpo. El miedo y la ansiedad son emociones necesarias para nuestra supervivencia. Ambas emociones forman la base de la respuesta de lucha/huida. El miedo prepara nuestro cuerpo para escapar o luchar estimulando nuestro sistema nervioso simpático desde el momento de peligro. El miedo salva nuestras vidas cuando es necesario. La ansiedad, por otro lado, nos da la motivación necesaria para nuestro comportamiento y la planificación necesaria para afrontarlo, sin advertir eventos/situaciones peligrosas en el futuro. Las investigaciones sobre la ansiedad lo demuestran una y otra vez. En estudios de laboratorio, Se ha visto que crear un nivel bajo de ansiedad incide positivamente en el desempeño de la tarea a realizar. El punto crítico y más importante aquí es que la ansiedad esté en un cierto nivel.
Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los trastornos de salud mental más comunes. Se realizó un estudio en los Estados Unidos en el que participaron 8.000 personas. En este estudio se observó que el 28% de los participantes experimentó trastornos de ansiedad en algún momento de su vida. Las fobias son el tipo más común de trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad suponen un riesgo de otras enfermedades patológicas, especialmente enfermedades cardiovasculares. Frente a otros pacientes con un diagnóstico psiquiátrico, la tasa de suicidio de una persona con un trastorno de ansiedad es el doble. Estas personas tienen dificultades para encontrar trabajo, sin embargo, tienen problemas de comunicación. Esto se debe a que el trastorno de ansiedad se ha apoderado de la mayoría de los ámbitos de su vida. Este trastorno afecta negativamente a la funcionalidad de la persona.
Hay muchos motivos para la ansiedad. El entorno de vida, la actitud familiar y la forma en que se crían en la familia son muy importantes. Los estudios han encontrado que los niños que crecen con una actitud sobreprotectora y negligente tienen síntomas ansiosos y depresivos en la edad adulta.
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