Según la Asociación de la Lengua Turca, la violencia se define como aplicar fuerza bruta a quienes tienen puntos de vista opuestos en lugar de convencerlos y reconciliarlos. Sin embargo, el fenómeno de la violencia no debe ser considerado puramente desde una perspectiva puramente psicológica, pues, por su tipología y derivados, causa intensos daños al individuo en los ámbitos psicológico, fisiológico y socioeconómico, al tiempo que afecta negativamente la calidad futura. de vida. La violencia psicológica, como un tipo de violencia ignorada, no sólo provoca pérdida de autoestima sino que también afecta psicológicamente a la vida sexual de la persona. El aspecto más preocupante de este efecto es que sus efectos pueden ser permanentes sin apoyo profesional.
Los estudios de exposición a la violencia psicológica lamentablemente muestran que las mujeres están más expuestas a esta violencia e incluso guardan silencio ante esta violencia debido a la presión social. Las mujeres que están expuestas a violencia psicológica se ven obligadas a continuar su vida familiar, laboral, escolar y social en este proceso, y como no pueden continuar su vida con una psicología saludable, las personas que están expuestas a todos estos procesos también se ven afectadas negativamente. .
Según las predicciones, las mujeres que no se sienten psicológicamente sanas y están expuestas a una violencia intensa están expuestas a acoso verbal (insultante, humillante, marginadora, estigmatizante, amenazadora y chantajeante), especialmente por parte del autor de la violencia. Desafortunadamente, al final de estos procesos, mientras el individuo experimenta autoansiedad debido a la manipulación emocional y problemas psicológicos como trastorno de ansiedad, depresión, adicción al alcohol y sustancias, trastornos sexuales, trastorno de estrés postraumático (agudo-crónico), / ella es responsable de criar y criar a una persona, incluso si el niño tiene un hijo, se pueden observar algunos problemas psicológicos y de desarrollo en el niño. Como resultado de una investigación realizada en Turquía en 2014, se concluyó que 4 de cada 10 mujeres fueron sometidas a violencia emocional y abuso. Esta tasa es innegablemente alta.
Las mujeres expuestas a la violencia pueden dudar en buscar ayuda porque se sienten impotentes. El estigma en nuestra sociedad y la idea de no apoyar a la víctima también son factores de su silencio. “Sólo sucedió una vez, puede que no lo haya entendido bien. "Lo siento, no quiero cambiar mi rutina". Pensamientos como estos se encuentran entre las razones por las que las mujeres no actúan como resultado de la violencia. Informar a las mujeres sobre los tipos de violencia y dónde pueden obtener ayuda y apoyo puede ser una forma eficaz de reducir el daño psicológico causado por la violencia. La forma más efectiva de reducir el daño psicológico será recibir apoyo psicológico de expertos, y será un paso importante para que la mujer se recupere y reconstruya su vida.
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