Como individuos sanos, queremos: "No debe haber ansiedad, preocupaciones, preocupaciones, delirios, ira, impulsividad, indecisión, procrastinación, emocionalidad... en nuestras vidas".
Del mismo modo, los pacientes en período de recuperación y sus familiares, quienes también quieren una vida completa y con "cero problemas". Mientras que el paciente con TOC (trastorno obsesivo compulsivo), que se siente parcialmente aliviado, desea "mis obsesiones nunca permanecerán", el paciente con trastorno de pánico desea "nunca tendré un ataque de pánico, mi ansiedad desaparecerá". Por otro lado, la familia del niño que sufre un ataque maníaco dice que “nunca debe enfadarse ni dar reacciones bruscas” y opinan que “un niño que siempre está tranquilo es mejor”.
Puede ¿Se alcanzarán estas expectativas? ¿Y estas expectativas son consistentes con la realidad? Todo individuo sano tiene cierta “ansiedad, ansiedad, delirio, ira…” y así, la persona logra el éxito en la lucha de la vida. Un estudiante que no está preocupado no se prepara para el examen, una persona que no está preocupado no toma precauciones, una persona que no está preocupado no lo repite ni una sola vez (no revisa la puerta), una víctima que no está enojada no busca sus derechos.
Lo que quiero decir es primero el paciente y sus familiares, y luego los individuos sanos. Algunas emociones, pensamientos y comportamientos negativos, a un nivel que no se puede diagnosticar como enfermedad, están presentes en nuestras vidas "¡aunque sea un poquito!". Es bueno (si cada persona tiene tanto como debería). Estos añaden significado a tu vida, aunque no nos demos cuenta.
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