Agresión en los niños

Hay dos impulsos básicos en los humanos. El primero es la sexualidad y el otro es la agresión. Estos dos impulsos facilitan la vida de una persona siempre que se activen en un determinado nivel de la sociedad y se utilicen en el nivel necesario. La agresión, que contamos como el segundo de estos impulsos, es dañar a otra persona y a una conducta llevada a cabo con este fin. Dado que la agresión es innata, llorar, morder, golpear, etc. se consideran comportamientos primitivos en los bebés. Se manifiesta en el comportamiento. En etapas posteriores, logra el control aprendiendo a controlar la agresión y transformándola en un comportamiento considerado apropiado por la sociedad.

El comportamiento agresivo se observa con frecuencia en niños en edad preescolar. Los niños muestran un comportamiento agresivo de dos maneras. Si bien algunos de ellos muestran comportamientos como tomar algo de la mano del otro a la fuerza, golpear o morder, por otro lado, pueden comportarse de manera agresiva durante el juego, aunque no muestran una agresión abierta. Por ejemplo, pueden mostrar su agresión indirectamente rompiendo el juguete de su compañero de juegos. Los niños agresivos son discordantes, enfadados y dispuestos a arremeter, suelen pelear con sus compañeros y adultos, y sus reacciones son excesivas y desproporcionadas con respecto al acontecimiento. El castigo que se les aplica no les afecta y es probable que repitan la conducta.

El comportamiento agresivo puede ocurrir debido a varios factores. Estos son;

¿Cómo prevenir la agresión?

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