La actitud alimentaria es una estructura compleja formada por la regulación del desarrollo motor, cognitivo, social y emocional por factores centrales y ambientales. También se relaciona con la formación de todas las relaciones sociales, a partir de la relación madre-bebé que inicia con el nacimiento. La conducta alimentaria se asocia con diversas experiencias placenteras y dolorosas (Saygılı, 1999).
En la literatura sobre psicología, actitud; Se define como la tendencia que se impone a la persona y crea sus emociones, pensamientos y comportamientos (Smith, 1968; citado en Arkonaç, 2008). Cuando se evalúan desde esta perspectiva, se piensa que las actitudes no se refieren a los comportamientos concretos exhibidos por los individuos, sino a las tendencias abstractas que allanan el camino para los comportamientos. Si se examina este concepto en relación con la actitud alimentaria, la actitud alimentaria se puede definir como la tendencia de una persona a crear sentimientos, pensamientos y comportamientos relacionados con la alimentación y la nutrición (Arkonaç, 2008).
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