Las terapias matrimoniales y de pareja son una herramienta importante que ayuda a las parejas a establecer una comunicación más saludable y a comprenderse y conocerse mejor. Las personas que experimentan conflictos sobre ciertos temas en su matrimonio o tienen dificultades para comunicarse pueden solicitar terapia matrimonial. Las personas solteras o las parejas comprometidas pueden solicitar estas terapias.
El objetivo de las terapias es examinar las relaciones de pareja entre sí, descubrir y aprender las formas correctas de comunicación, comprender las fuentes de los desacuerdos y encontrar puntos en común para resolverlos y cambiar. y transformar la relación actual en una dirección más saludable. Además, las terapias ayudan a las parejas a descubrirse individualmente y a enriquecer su vida sexual.
En las terapias, la atención se centra a menudo en la relación establecida. Los conflictos, los impasses, la tensión y el estrés en las relaciones pueden afectar directamente al matrimonio y, por supuesto, a la vida sexual. El área del problema es bastante amplia. Muchos factores pueden alterar el equilibrio natural del matrimonio o causar algunos problemas entre las parejas. Además, de vez en cuando se pueden observar algunos efectos en la relación que una persona establece con los demás en su vida individual. Con el apoyo terapéutico recibido en el momento adecuado y en el terreno adecuado, las parejas pueden obtener una nueva perspectiva de su matrimonio o relación y mantener una comunicación más saludable. Con la comunicación positiva que las parejas establecen entre sí, habrá reflexiones positivas sobre la relación que se establece con el otro.
En la terapia matrimonial y de pareja, el terapeuta examina los problemas y necesidades experimentados en el matrimonio o relación, luego realiza un estudio conjunto con las parejas con los datos resultantes, permitiendo a las parejas encontrarse de una manera más armoniosa y avión más saludable. Dependiendo del contenido del problema, el terapeuta planifica sesiones, tanto individuales como en pareja, cuando sea necesario. La duración y el curso de las terapias son directamente proporcionales al interés y esfuerzo que la pareja o el individuo pone en las sesiones. Cada persona es única y especial. Asimismo, cada relación es especial y única para cada individuo. En este contexto, los períodos de terapia varían de persona a persona, de relación a relación. Varía de persona a persona.
Lo más importante; El proceso terapéutico se desarrolla únicamente entre la pareja y el terapeuta, observando reglas éticas. Tu terapeuta te acompañará con su identidad experta, imparcialidad y profesionalismo.
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