Biomecánica de la Intrusión en Ortodoncia
La intrusión ortodóncica es el movimiento vertical de los dientes hacia el hueso maxilar. Es una técnica utilizada en odontología para corregir mordidas profundas, mejorar la oclusión y crear espacio para las restauraciones. La intrusión también se puede utilizar en algunos casos para tratar la sonrisa gingival y prevenir la cirugía de mandíbula.
La biomecánica de la intrusión en ortodoncia implica aplicar una fuerza hacia arriba al diente utilizando un alambre, elásticos u otros aparatos de ortodoncia. Esta fuerza se transfiere al ligamento periodontal que rodea la raíz del diente y al hueso alveolar. La presión provoca la reabsorción del hueso y el movimiento ascendente del diente.
El diseño del arco inicial y la selección de los materiales apropiados son fundamentales para una intrusión exitosa. El arco debe ser lo suficientemente fuerte como para resistir la deformación y al mismo tiempo tener suficiente flexibilidad para aplicar una fuerza sostenida a largo plazo sin romperse. Los materiales utilizados para los arcos de intrusión incluyen acero inoxidable, aleación de titanio-molibdeno y aleación de níquel-titanio.
La intrusión también se puede lograr mediante el uso de dispositivos de anclaje temporales (TAD). Los TAD son pequeños tornillos o placas que se colocan quirúrgicamente en el hueso para proporcionar un anclaje estable al aparato de ortodoncia.
Es importante controlar el movimiento de los dientes y la cantidad de fuerza aplicada durante la intrusión. Aplicar demasiada fuerza al diente puede dañar la reabsorción radicular y el periodonto. La monitorización radiográfica de rutina puede ayudar a detectar los efectos adversos de la intrusión.
En consecuencia, la biomecánica de la intrusión en ortodoncia implica aplicar una fuerza hacia arriba al diente utilizando un arco de intrusión bien diseñado o TAD. La selección adecuada del material, un seguimiento cuidadoso y el cumplimiento del paciente son esenciales para una intervención exitosa y la prevención de efectos adversos. Se recomienda consultar con un especialista calificado para una planificación e implementación óptima del tratamiento.
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