Reflujo Renal (Reflujo Vesicoureteral - RVU)

Vejiga urinaria (vejiga) conductos de micción hacia atrás (uréteres) y escapar hacia el riñón. Esta situación facilita que las bacterias lleguen al riñón, provocando infecciones que pueden provocar pérdida de función en el riñón y agrandamiento del riñón a través de los conductos urinarios (hidronefrosis).

Lo más importante causa del RVU La razón es la presencia de un defecto de desarrollo en las últimas partes de unión de los uréteres donde descargan hacia la vejiga (RVU primario). Se sabe que este defecto ocurre genéticamente y por lo tanto su incidencia dentro de una misma familia es mayor de lo normal. La probabilidad de que un hermano de un niño con VUR también tenga VUR es alrededor del 30% por lo que se debe controlar, es recomendable.
Aunque la unión conducto-vejiga es normal, en los casos en los que congénitamente hay dobles conductos urinarios o en los casos en los que hay un aumento excesivo de la presión en el vejiga (como obstrucción de la salida de la vejiga, enfermedades neurológicas con contracciones excesivas en la vejiga) puede ocurrir reflujo renal (RVU secundario)..

Aún no Cuando se detecta agrandamiento en los riñones de un feto monitoreado en el útero mediante ecografía, una de las razones que se deben considerar es el RVU. Estos niños son reevaluados después del nacimiento y, si se considera necesario, se les realiza un examen radiológico (cistouretrografía miccional) mediante la administración de medicación en la vejiga, que se utiliza para diagnosticar el RVU.

Febril en la infancia. El RVU debe ser sospecharse en cada niño que tiene una infección del tracto urinario. El grupo de pacientes que encontramos con mayor frecuencia son las niñas en edad preescolar que presentan infecciones frecuentemente recurrentes. En estos niños, la incontinencia urinaria puede ocurrir durante el día y la noche, y con frecuencia hay estreñimiento.

Se puede realizar una ultrasonografía, que no tiene efectos secundarios ni daños para los niños, para agrandar el riñón. Sin embargo, dado que este hallazgo no ocurrirá en casos de reflujo no avanzado, la ecografía no es suficiente para el diagnóstico. B. Aunque es un poco problemático para bebés y niños, el mejor método de diagnóstico disponible actualmente para aquellos con sospecha de VUR en todo el mundo es la VCUG, en la que se inserta un catéter en la vejiga, se administra medicación y se toman imágenes durante el llenado y la micción. Es inevitable que el niño esté expuesto a cierta radiación durante este examen. Sin embargo, este es el método más útil para asegurar el diagnóstico correcto del RVU, si lo hubiera, para determinar si existe alguna otra anomalía acompañante en la vejiga y su salida que pueda causar reflujo, y para evaluar la reflujo, si lo hubiera.

Si se detecta RVU, se puede entender mediante la realización de una gammagrafía renal (Gammagrafía DMSA) si hay algún daño en el riñón. Para esta prueba se administra una cantidad muy pequeña de material radiactivo por vía intravenosa para evaluar las pérdidas que pueden ocurrir en la parte carnosa del riñón debido al reflujo (cicatriz renal).

 

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Tratamiento

En primer lugar, si hay problemas de vejiga que puedan provocar RVU, estos deben solucionarse. Si hay una anomalía que causa obstrucción en la salida de la vejiga, se elimina y, si se producen contracciones excesivas, se inicia medicación relajante.
El abordaje básico para el RVU primario de bajo grado (primer, segundo y tercer grado) es seguir -arriba. Durante el seguimiento se administran antibióticos en dosis bajas de forma continua para prevenir nuevas infecciones, se recomienda seguimiento con urocultivo intermitente y CUGM y gammagrafía renal una vez al año. Mientras tanto, si hay estreñimiento hay que prevenirlo con dieta o medicación. Además, durante la micción, es importante conseguir que el niño orine dos veces seguidas (doble micción) sentándose con los pies tocando el suelo e inclinándose hacia adelante, aumentando la presión intraabdominal. Este seguimiento se puede continuar hasta la adolescencia, con la expectativa de que el tracto urinario y la unión de la vejiga se desarrollen a medida que el niño crezca y se desarrolle y que el reflujo desaparezca por sí solo.

Situaciones que requieren cirugía: 1) RVU que son de alto grado cuando se diagnostican 2) Incluso si son de grado 3 Situaciones en las que no se pueden tener en cuenta los riesgos de nuevas infecciones debido a cicatrices renales bilaterales o graves
3) Ataques de infección que no se pueden prevenir a pesar de los antibióticos preventivos tratamiento

El tratamiento quirúrgico es básicamente, Se puede realizar de dos formas: abierta o endoscópica. En la cirugía abierta, se crea una nueva unión en la unión del tracto urinario-vejiga que no permitirá la reversión, y la probabilidad de éxito es del 95%. Con la intervención endoscópica, se realiza un cierre parcial inyectando una sustancia en la unión del tracto urinario y la vejiga, pero no es tan exitoso como la reparación abierta. Es posible que se requieran intervenciones repetidas.

Después de la operación, su médico le pedirá que use dosis bajas de antibióticos protectores durante un tiempo. Si tras el control VCUG al 3.º o 6.º mes se observa que el reflujo se ha resuelto por completo, se suspenderá el antibiótico.

Las mediciones de la presión arterial de los niños con pérdida de tejido en el riñón deben tomarse regularmente. Una de las principales causas de presión arterial alta en la infancia es el desarrollo de cicatrices en el riñón después del reflujo e infecciones previas.

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