Proporciona desarrollo moral, lo que significa control interno, al enseñar disciplina, responsabilidad y las reglas a seguir dentro de la familia. El control interno no puede ser impuesto por fuerzas externas. Sólo se puede lograr mediante la aplicación de una disciplina basada en el amor. Es decir, la disciplina está relacionada con la internalización de la responsabilidad y no significa castigo.
Escuchar al niño, comprenderlo, darle los mensajes adecuados... Las dificultades que experimentamos en la relación con nuestro hijo son básicamente relacionado con la implementación de la disciplina dentro de la familia. Es muy importante tanto para los niños como para los adultos ser aceptados y apreciados y saber que sus padres están orgullosos de ellos. El niño que está expuesto a acercamientos, miradas y expresiones faciales inaceptables, tensas y enojadas se siente decepcionado y trata de afirmarse y hacerse aceptar controlando este mundo externo que no está contento con él y no lo acepta. Esta situación hace que el niño comience a reaccionar contra la conducta que se le pretende enseñar, a persistir en su propia actitud y a poner a prueba constantemente a sus padres y obligarlos a medir hasta qué punto puede influir en ellos. Otra razón por la que el niño insiste en hacer lo que quiere es que aún no ha madurado la capacidad de razonamiento necesaria para distinguir entre el bien y el mal. Esto todavía no impide saber decir "basta" o "no" al comportamiento del niño cuando sea necesario. Poner límites es restringir la conducta del niño por motivos claros (determinados, precisos, tranquilos y continuos) y comprensibles. El objetivo es que tu hijo no haga la acción que no debe hacer por tu bien, no porque estés enfadado o molesto, sino al darse cuenta de que no debe hacerlo.
Por este motivo, como padre, debe enseñarle al niño las reglas y patrones de comportamiento que debe seguir;
1. Por ejemplo, podemos enseñarlo 2. dándole retroalimentación positiva o no, 3. privándolo de sus derechos.
Los niños imitan lo que ven. Si los adultos que tienen un lugar importante en sus vidas reaccionan agresivamente ante el comportamiento negativo del niño (gritar, golpear, tirar, tirar, etc.), los niños tendrán tendencia a seguir este ejemplo y mostrar un comportamiento similar. Castigos corporales y amenazas Los métodos de control negativos como estos pueden cambiar el comportamiento del niño por el momento. A veces, estos métodos se aplican cuando el padre no puede dedicar tiempo a su hijo debido a la carga de trabajo, al estrés, etc. Sin embargo, el mismo método muchas veces no funciona cuando se aplica por segunda vez. Los niños que han estado expuestos a tendencias opresivas y agresivas por parte de sus padres durante mucho tiempo tenderán a comportarse agresivamente en sus relaciones con sus amigos y su entorno, y también tenderán a ser infelices, irritables, inquietos, desobedientes, mentirosos y a tener problemas frecuentes. rabietas. Porque a estos niños se les refuerza para que se sientan inútiles, desaprobados, excluidos y con baja autoestima y confianza en sí mismos. Los niños que escuchan a menudo lo mal que se portan, que son castigados y humillados verbal o físicamente por estos comportamientos, al cabo de un tiempo empezarán a creer que son así y adoptarán el papel que se les asigne.
De Desde el nacimiento, serán comprensivos, afectuosos, respetuosos y comprensivos con sus hijos. Los padres que establecen las reglas claramente tienen menos probabilidades de tener hijos traviesos. Porque la travesura es un método que utiliza el niño porque no conoce otra forma de satisfacer sus necesidades. Además, la travesura es un método que utiliza el niño porque puede recibir algo de atención y atención cuando se porta mal, que no recibe cuando está aburrido y se comporta de manera positiva, y lo hace notar. Su proceso de comunicación y estilo de comunicación con su hijo juegan un papel importante en la base y solución de todas estas negatividades.
El objetivo principal de los padres es garantizar que el niño aprenda las opciones y retroalimentación que se crearán de acuerdo con su edad y capacidad (ofreciendo opciones limitadas, dándole pequeñas responsabilidades). Ser consistente en el establecimiento de límites (usar un tono de voz claro y comprensible, expresiones faciales y ser capaz de exhibir el mismo enfoque en cada práctica). Es importante brindar retroalimentación estable (empatía) que el niño pueda predecir de antemano.
A partir de la comprensión de su hijo, es importante ser consciente de lo que su hijo hace. lo que hace y por qué, escucharlo sin disimular sus palabras y no perder las pistas en sus juegos. Asegúrese de que su hijo comprenda lo que quiere decir tanto como sea posible. Le resultará más fácil entenderte si se lo expresas claramente y al nivel que puede (capacidad, habilidades, edad y características personales) y le dices lo que debe hacer en lugar de lo que debe hacer. /ella no debe hacer. Además, como padre, no debes perder el control, él/ella te verá como una autoridad/persona confiable y conocedora. Esto le permite al niño aceptarte, probarte menos y estar más inclinado a cooperar.
Proporciona desarrollo moral, lo que significa control interno, al enseñar disciplina, responsabilidad y las reglas a seguir en la familia. El control interno no puede ser impuesto por fuerzas externas. Sólo se puede lograr mediante la aplicación de una disciplina basada en el amor. En otras palabras, la disciplina está relacionada con la internalización de la responsabilidad y no significa castigo.
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