Dos sistemas llamados hambre homeostática y hedónica controlan la necesidad de alimentos del cuerpo. La región del hipotálamo en el cerebro controla la necesidad homeostática (hambre fisiológica). Cuando el nivel de glucosa en la sangre disminuye con señales de los intestinos, la sangre y el cerebro, provoca ansiedad energética y fatiga, lo que nos impide consumir alimentos, asegurando que se restablezca el equilibrio homeostático.
El hambre hedónica (Psicológica) surge con el efecto de eventos en cadena en las partes corticales media y frontal. del cerebro y estas regiones son las regiones del cerebro responsables del impulso.
Delicioso, graso, Incluso la idea de comer alimentos azucarados (patatas fritas, chocolate, pastel, hamburguesa, etc.) desencadena estas regiones del cerebro. el cerebro; Durante este estado, la secreción de sustancias químicas como la dopamina, la serotonina y los opioides que se secretan durante el placer hace que la comida se perciba con una atracción irresistible.
La secreción de estas hormonas aumenta la sensación de "comer para relajarse". ". Comer después de experiencias dolorosas distrae la atención y adormece a la persona.
Esta es la razón principal por la que muchas personas que tienen problemas con su peso tienen dificultades para hacer frente a su apetito por alimentos grasos y azucarados.
Las investigaciones muestran que comer en exceso y la impulsividad van de la mano. Las personas con sobrepeso son impulsivas. Debajo de esta impulsividad se esconde un afecto intenso (tensión emocional intensa).
Para relajarse y olvidar las emociones y creencias que les cuesta afrontar, como la tristeza, el duelo, Se produce ira, soledad, impotencia, pánico y ansiedad. Se produce una conducta de comer en exceso.
Vemos a través de técnicas de resonancia magnética (RM) que las personas impulsivas son más sensibles a los alimentos grasos y azucarados que las personas no impulsivas. Los alimentos grasos y azucarados se muestran a personas impulsivas, y cuando se realizan escáneres cerebrales no son recompensados. Se ha observado que las regiones cerebrales responsables están más activadas. Además de provocar aumento de peso, la alimentación poco saludable tiene propiedades adictivas; Esto demuestra lo difícil que es para las personas resistirse a esto.
Los ataques impulsivos e irresistibles de comer, el aumento excesivo de peso, la nutrición poco saludable, etc., son problemas que amenazan la salud física y mental de la persona. Aplicar métodos conductuales (programas de dieta) contra los problemas no beneficia a la persona a largo plazo, y cada intento que hacemos provoca que la persona se sienta desesperanzada, impotente y agotada.Trabajar las emociones, creencias y experiencias traumáticas que subyacen a este problema alimentario en un ambiente de psicoterapia puede ayudar a la persona a deshacerse de estos problemas a largo plazo.
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