Síndrome del impostor: “Siento que estoy engañando a todos”

El síndrome del impostor es un síndrome que acaba de ganar significado en la literatura de psicología y se explica con resultados basados ​​en la observación clínica. Las personas que padecen este síndrome sienten constantemente una intensa presión porque no merecen el éxito que han logrado. Piensan que llegaron a donde están no por inteligencia, talento, trabajo duro o perseverancia, sino por suerte o coincidencia, y por eso algún día esto se revelará. Este sentimiento de impostor existe independientemente de los logros académicos de la persona, su vida social y dónde la vean los demás.

Si preguntamos cómo entienden las personas que están experimentando el síndrome del impostor, la siguiente lista puede ayudar.

De hecho, si se comparan los hechos y los sentimientos del individuo, probablemente habrá una gran brecha entre ellos. Porque estas personas pueden tender a verse a sí mismas como inferiores a su posición actual. Los individuos que padecen este síndrome pueden sentirse cansados ​​y aburridos, ya que son personas que constantemente ven sus propios fracasos y no pueden sentirse orgullosos de sí mismos porque atribuyen sus éxitos a la suerte. Por tanto, su calidad de vida también puede disminuir.

Cuando observamos las características comunes de las personas con síndrome del impostor, es posible ver que han logrado el éxito en la vida. Al analizar el motivo de esta situación, la fuerza de las creencias de estas personas de que serán inadecuadas juega un papel importante. En otras palabras, las personas con síndrome del impostor creen tanto que no pueden tener éxito que En el extremo, se encuentran como individuos que trabajan muy meticulosamente, durante largos períodos de tiempo, y buscan la perfección. Otra característica intermedia será que los individuos se alejan de la sociedad y se sienten solos por sentirse fraudes. Su creencia de que su éxito depende de la suerte aleja a las personas que sufren del síndrome del impostor de los demás, porque piensan que si se juntan con otros, revelarán lo fracasados, incultos y vacíos que son en realidad.

La creencia de que no están lo suficientemente equipadas hace que las personas duden de sí mismas y de lo que pueden lograr en la vida. Como resultado, se preparan demasiado para la tarea que deben realizar o posponen las cosas y nunca terminan la tarea. La preparación excesiva desgasta a las personas, mientras que la procrastinación obstaculiza el sentimiento de éxito y reconocimiento. Las personas que no pueden lograr una sensación de relajación siguen dudando de sí mismas porque no pueden darse una respuesta positiva. Esta duda refuerza la necesidad de seguir trabajando para cumplir la tarea, y podemos volver a la preparación excesiva o la postergación. El síndrome del impostor también puede traer trastornos del estado de ánimo como depresión y ansiedad.

Para tratar el síndrome del impostor, primero es necesario descubrir dónde adquieren las personas estas dudas sobre sí mismos. Probablemente será bueno para la gente comprobar que este sentimiento de insuficiencia, cuyos cimientos se establecen en la infancia, se encuentra y es válido. Estas personas, que creen que la suerte les ayuda, deben abrazar sus éxitos, por grandes o pequeños que sean, para descubrir sus propios esfuerzos y talentos.

 

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