El trastorno del deseo sexual hipoactivo (libido) masculino (HSDD) es un problema difícil de definir y su prevalencia en la sociedad oscila entre el 3 y el 50 %.
Enfoque común; Es la falta de suficiente fantasía sexual y deseo de actividad sexual y la aceptación de esto como un problema para la persona y su relación.
Hay varias etapas que determinan la actividad sexual en los hombres. Si el deseo de la persona continúa con la estimulación, se observa una erección en el órgano sexual. La erección que se produce progresa a la fase de orgasmo y eyaculación con la continuación de la estimulación. La última etapa es un estado general de relajación que llamamos resolución.
Sin embargo, según un enfoque generalizado recientemente, la parte inicial de estas etapas en los hombres está entrelazada. En otras palabras, en un hombre, el deseo puede ocurrir antes de la excitación o puede conducir al deseo sexual durante la excitación (como la estimulación física).
Es posible que la falta de deseo sexual no siempre sea percibida como un problema por parte de los hombres. la persona. Por ejemplo; En una sociedad con juicios éticos de que la actividad sexual sólo debe realizarse con el fin de tener hijos, esto puede no considerarse un problema y puede ser una persona virtuosa. Lo contrario es que la sexualidad se acepta en la sociedad como parte de las funciones corporales de toda la vida y su ausencia se percibe inmediatamente como un problema. En ocasiones se puede observar que estas dos ideas contrapuestas conviven en diversas dimensiones en una misma sociedad.
La falta de deseo sexual puede presentarse desde los primeros momentos de las actividades sexuales de una persona, es decir, durante toda la vida, o puede ser observado en cualquier etapa de su vida. Nuevamente, esta falta de deseo sexual puede ser un problema que la persona observa todo el tiempo, sin importar la situación, o puede limitarse únicamente a la persona con la que está. Por supuesto, en este caso hay un problema de pareja.
Por este motivo, es de gran importancia escuchar bien primero a una persona con este tipo de problemas y determinar en qué momento qué tipo de problema que está viviendo.
En su tratamiento se debe utilizar un enfoque biopsicosocial, es decir, se debe considerar a la persona en su integridad física/espiritual y en la evaluación también se debe incluir a su pareja y entorno. como los factores relacionados con él/ella.
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