Nuestros pies soportan todo el peso de nuestro cuerpo a lo largo de nuestra vida. En nuestra vida diaria caminamos, corremos y permanecemos de pie durante largas horas. Durante todas estas horas, son nuestros pies los que más se cansan y desgastan. Desafortunadamente, muchas veces no prestamos la atención necesaria a nuestros pies. Sin embargo, tener unos pies sanos es un requisito previo para una vida sana.
Mientras que sólo el 5% de los recién nacidos tienen problemas en los pies, el 60% de los adultos padecen diversos trastornos en los pies. Por eso, si queremos tener unos pies sanos toda la vida, es muy importante conocer las enfermedades que afectan a nuestros pies y las formas de prevenirlas.
Para un pie sano, todos los huesos y tejidos blandos, articulaciones y ligamentos, desde el tobillo hasta los dedos, deben estar en armonía, debe funcionar sin problemas y, por supuesto, la piel de tus pies también debe estar libre de problemas. Los pies sufren cambios estructurales con el paso de los años, se vuelven incómodos y se deforman. El peso de la persona, las condiciones de vida, la elección del calzado, las predisposiciones genéticas y las necesidades socioculturales son factores importantes a este respecto. Estar de pie durante muchas horas, caminar largas distancias, elegir zapatos cerrados y de tacón alto para el trabajo, lavarse los pies con frecuencia pero no prestar atención al secado generalmente afectan negativamente a la salud de los pies; Facilita la formación de trastornos como deformaciones en la estructura del pie, callos, verrugas e infecciones por hongos, uñas encarnadas y mal olor de pies. Las enfermedades sistémicas que padece una persona también pueden afectar la salud de los pies. Las personas con reumatismo, gota, diabetes, enfermedades de la tiroides, trastornos circulatorios y enfermedades vasculares deben prestar más atención a la salud de sus pies y recibir apoyo de unidades médicas para el cuidado de los pies bajo la supervisión de un médico.
En la unidad donde solicita el cuidado de los pies; Se deben utilizar productos adecuados, el entorno debe ser higiénico, los materiales utilizados deben ser personalizados y los dispositivos médicos deben ser estériles. Un procedimiento de cuidado de los pies o pedicura realizado sin prestar atención a estas condiciones puede provocar infección bacteriana, verrugas o infecciones por hongos en esa zona, o lo que es más peligroso, la transmisión de infecciones que afectarán a la persona de forma sistémica.
&nb sp; Para tener unos pies sanos se debe tener cuidado a la hora de elegir el calzado. Al comprar zapatos, se debe determinar la talla correcta, el modelo de zapato debe ser adecuado a la forma del pie (asegúrese de que los dedos gordos y la parte del peine del pie sean más anchos y cómodos), la suela del zapato debe ser ortopédica, la La altura del tacón no debe forzar el tobillo y el material del que está hecho el zapato debe tener una textura transpirable y que no haga transpirar: es una de las cosas a las que una persona debe prestar atención.
Recuerda que 'los pies sufren el castigo de la cabeza necia'. Por favor, presta atención a la salud de tus pies, que es tan importante en nuestra vida diaria.
Leer: 0