¿Se pregunta por qué usted o su hijo tienen dificultades con los números y les resulta difícil resolver tareas aparentemente simples?
Comprender la discalculia;
La discalculia es A menudo se asocia con las matemáticas o más, y se percibe apropiadamente como una diferencia de aprendizaje específica para la aritmética. No hay déficit en lectura y escritura en la discalculia aislada. La discalculia se clasifica según la CIE-10 de la OMS, un sistema de clasificación de enfermedades y trastornos mentales, como:
“ Span, más
habilidades matemáticas abstractas relacionadas con el álgebra, la trigonometría, la geometría o el cálculo, más bien, se trata del dominio de habilidades computacionales básicas como suma, resta, multiplicación y división
”.
El DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría define la discalculia como:
"Un trastorno específico del aprendizaje caracterizado por deficiencias en el aprendizaje de operaciones aritméticas básicas, el procesamiento de magnitudes numéricas y la realización de cálculos precisos y fluidos."
Síntomas y hallazgos
Con la discalculia, las dificultades de cálculo pueden surgir desde el comienzo del aprendizaje de los números en la escuela. Sin embargo, si el aprendizaje y los logros del niño son generalmente altos, las deficiencias en aritmética tal vez sólo se hagan evidentes en una etapa posterior, cuando aumentan las exigencias escolares. Los primeros síntomas de la discalculia se pueden observar en la edad preescolar. Comprender números y cantidades, contar y realizar tareas sencillas de suma y resta son difíciles. Sin embargo, debido a que el poder computacional en los niños pequeños aún no es lo suficientemente estable, el diagnóstico de discalculia generalmente se hace mucho más tarde en la vida escolar.
Los niños afectados por discalculia son más propensos a sufrir problemas de salud mental, como depresión o síntomas psicosomáticos. Algunos niños se vuelven cada vez más retraídos debido a las dificultades en la escuela, mientras que otros son más propensos a comportamientos agresivos. Además de la discalculia, su hijo puede experimentar dislexia o trastorno por déficit de atención (TDA), con o sin trastorno de hiperactividad comórbido (TDAH).
Frecuencia y causas
Basado en investigaciones internacionales. Según estudios, aproximadamente del 3 al 8% de todos los niños y adolescentes padecen discalculia.  Aún no está claro si las niñas o los niños se ven afectados con mayor frecuencia. Si bien algunos estudios no encuentran diferencias a este respecto, otros muestran que las niñas tienen más probabilidades de sufrir discalculia. Las causas de la discalculia aún se desconocen en la actualidad. Sin embargo, se cree que varios factores influyen en las capacidades computacionales, como la genética, la neurociencia y los factores cognitivos.
Además, la relación del niño con sus padres, compañeros, maestros, seguridad financiera y estilo de crianza pueden complicar los problemas computacionales existentes. También es importante si el niño tiene déficits en otras áreas, como TDAH o problemas de salud mental.
Efectos de la discalculia
Los estudios muestran que las personas con discalculia van a la escuela temprano y tenían menos probabilidades de obtener una calificación vocacional que sus pares sin discalculia. Además, su vida diaria se ve muy afectada, ya que pueden tener dificultades, por ejemplo, para utilizar el dinero o leer el reloj.
Sin embargo, si la discalculia se diagnostica precozmente y el tratamiento es el adecuado, el pronóstico es bueno. donde se puede aprender aritmética más tarde.
Evaluación y Diagnóstico
El diagnóstico debe realizarse lo más temprano posible y por especialistas con experiencia.
Tratamiento post-diagnóstico
Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores serán las posibilidades de mejora. Se recomiendan encarecidamente las terapias individualizadas realizadas por especialistas cualificados, porque así no sólo se trata de la discalculia, sino también de toda la enfermedad, como la depresión o los síntomas psicosomáticos. Ésta es la mejor manera de controlar las dificultades de cálculo y las dificultades de salud mental a largo plazo. El primer intento es permitir que los niños comprendan los números y las cantidades.
Solo en el segundo paso se discuten operaciones aritméticas simples. Dado que la discalculia no se puede tratar en unas pocas semanas, los programas de financiación deben ser a largo plazo. Además, la terapia individual es más eficaz que la terapia de grupo o la terapia de aula. Se recomienda aumentar el tiempo entre sesiones para interrumpir el tratamiento de forma gradual, en lugar de interrumpirlo de repente.
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