Aunque el comportamiento impulsivo se encuentra en muchas formas diferentes en la literatura, la definición más breve del concepto puede expresarse como "la tendencia a actuar sin pensar, a actuar con un deseo repentino, irresistible e irracional" (Kırpınar, 2013: 166). El comportamiento impulsivo se observa principalmente en niños pequeños y adultos obsesivo-compulsivos o antisociales que no han desarrollado sistemas de defensa adecuados contra los impulsos. Juego patológico, cleptomanía (ganas de robar), piromanía, tricotilmanía (conducta compulsiva en forma de arrancarse el pelo), etc. Las conductas impulsivas se consideran estructuras que deforman la calidad de vida de la persona y se diferencian de las conductas compulsivas en que son episódicas (Kırpınar, 2013: 166).
19. Los trastornos del control de los impulsos han atraído la atención de los científicos desde finales de siglo, pero, además del pequeño número de casos, se han realizado pocos estudios objetivos sobre este tema. En este contexto, se consideran casos raros tanto en los libros de texto como en otra literatura médica y se enfatizan brevemente (OK, 2015:833). Uno de estos casos es una forma rara de tricotilomanía, conceptualizada en la literatura como "síndrome de Rapunzel". Este síndrome fue descrito por primera vez por Vaughan en 1968 y posteriormente se publicaron muchos informes de casos. Esta forma se explica en la definición más breve como el paciente que se come el pelo impulsivamente. Los primeros estudios descriptivos contemporáneos sobre los trastornos del control de impulsos son; Se ve que surgió a finales de los años 1990 y que el tema empezó a ser estudiado intensamente desde entonces. (Jacobson J. y Jacobson A., 2006: 243)
Si bien el patrón de comportamiento que surge debido al aumento del sistema dopaminérgico puede conciliarse con su base fisiológica, es probable que las diferencias psicosociales sean un factor en la estructuración de esta conducta. Si necesitamos examinarlo en términos del principio de parsimonia, la explicación más simple es que el aumento de la activación neuronal en los receptores de dopamina y serotonina puede verse como la fuente de la impulsividad. En cuanto al tema; La neurociencia como desencadenante de conductas impulsivas, según datos obtenidos de estudios clínicos y de cohortes realizados con personas que experimentan euforia. Se pueden demostrar axiomas biológicos. La investigación realizada por Michal y Gendel también respalda esta suposición. Aunque parece que el aspecto neurobiológico del comportamiento impulsivo aún no se ha dilucidado en investigaciones relevantes, basadas en el fenómeno del "trastorno explosivo intermitente", evidencia aceptable de estudios realizados para este trastorno basado en el comportamiento ha demostrado que existe un metabolismo anormal de la serotonina. /p>
DISCUSIÓN
Según OK; Afirmó que si bien la impulsividad, como rasgo de personalidad, es un patrón de conducta conocido desde hace siglos, no se puede decir lo mismo de los trastornos del control de los impulsos, que pueden describirse como expresión excesiva y descontrolada (Okay, 2015:833 ). La conducta impulsiva se expresa como la transformación del impulso, que es una onda de desloparización transmitida a lo largo de un nervio o fibra muscular, en un potencial de acción (Budak, 2001:243). La corteza prefrontal y orbitofrontal están involucradas en el control de los procesos de supresión, toma de decisiones y selección de respuestas. La corteza orbitofrontal desempeña un papel importante en la regulación del comportamiento basándose en la información disponible sobre las consecuencias de las acciones. Por esta razón, la impulsividad se observa con frecuencia en personas con daño en el lóbulo frontal. Al respecto, se ha afirmado que la disminución de los niveles de serotonina en el cerebro reduce la supresión de la conducta. Tomando como ejemplo los trastornos alimentarios, es un tema que necesita investigación y desarrollo ya que puede ser eficaz en factores neurobiológicos, conductas aprendidas y sanciones sociales.
REFERENCIAS
Budak, Selçuk (2001). Diccionario de publicaciones de psicología, ciencia y arte, Estambul
Güzel Özdemir, Pınar; Selvi, Yavuz y Aydın, Adem (2012). “Impulsividad y su tratamiento”, Revista de enfoques actuales en psiquiatría, 2012; 4(3):293-314 doi:10.5455/cap.20120418
Jacobson James L. y Jacobson, Alan M. (2006). Secretos de la psiquiatría, trad. Editar: Kayaalp, M. L. y Doğangün, Burak, Nobel Medicine Bookstore, Estambul.
Kırpınar, İsmet (2013). Manual del joven psiquiatra, Publicaciones Timaş, Estambul.
Está bien, Lut (2015). Impulsividad, trastornos del impulso y del control, Publicaciones Kaknüs, Estambul.
Yazıcı, Kemal y Erteki n Yazıcı, Aylin (2010). “Fundamentos neuroanatómicos y neuroquímicos de la impulsividad”, Journal of Current Approaches in Psychiatry, 2010; 2(2):254280, eISSN:13090674 pISSN:13090658.
Leer: 0