Los que dicen que mi hijo no estudia, ¿qué pueden hacer?

Muchos niños tienen dificultades para empezar a estudiar incluso si saben que necesitan estudiar. El principal problema en este punto surge de la falta de motivación. Podemos definir brevemente la motivación como el poder que motiva a una persona para un determinado propósito. Es importante que el niño cree motivación en lugar de esperarla desde fuera. En primer lugar es necesario decirle al niño que el propósito no es estudiar, sino que estudiar es sólo una herramienta que lo llevará a la meta. El objetivo aquí puede ser mejorar tus calificaciones y entrar a la escuela secundaria o universidad que deseas. Es importante animar a su hijo a encontrar su propia meta, pero una cuestión más importante es que usted no debe encontrar la meta de su hijo. Por poner un ejemplo, el deseo de ingresar al departamento deseado de la universidad de su elección será la motivación para que su hijo estudie. Estar motivado no significa estudiar en cada momento libre del día o tener ganas de estudiar, si tu hijo sabe que necesita estudiar incluso cuando se trata de materias que no le gustan, le parecen aburridas o difíciles, y se sienta en el escritorio, podemos decir que tiene motivación para estudiar. Entonces, ¿qué se puede hacer si tu hijo no tiene la motivación para estudiar?

En primer lugar, se debe limitar la relación del niño con la tecnología (teléfono, tableta, ordenador, televisión). Es importante que el teléfono o tableta no se encuentre en el entorno donde el niño esté estudiando durante el periodo de estudio. Esto ayudará a su hijo a concentrarse más fácilmente y a no distraerse fácilmente. Durante los períodos de mucha actividad, como un examen importante, la entrega de tareas o la presentación de proyectos, el contacto del niño con la tecnología debe ser de 1 a 2 horas como máximo.

Recompensar a su hijo es importante para aumentar la motivación. ¿Cómo se pueden hacer las recompensas? En primer lugar, su hijo debe tener un horario de estudio semanal. En este punto, se puede obtener ayuda de los consejeros escolares. Al final de un fin de semana, cuando tu hijo sigue en gran medida su horario, puedes ir al cine ese fin de semana. Si no es así, debe quitarle algo que le guste hacer a su hijo. Por ejemplo, puedes limitar el tiempo que pasa hablando por teléfono. Esto no significa castigar a su hijo. Se le llama reforzador negativo en la literatura. Esta práctica es diferente del castigo. Un punto importante en este apartado es que a la hora de crear un horario de estudio para tu hijo, debe preparar un programa como “debo terminar esta materia hoy” en lugar de “debo estudiar 4 horas al día”. En otras palabras, es necesario preparar el programa en función del número de preguntas o temas, no en el tiempo.

Algunos niños están más motivados y son más productivos si estudian en grupo que individualmente. Si este es el caso, deje que su hijo estudie con sus amigos. Pueden estudiar en la biblioteca o en su casa. Para observar si es realmente productivo, puedes sugerir que el grupo de estudio se reúna primero en tu casa.

El hecho de que el círculo de amigos de tu hijo esté formado por personas a las que les gusta estudiar o saben que necesitan hacerlo El estudio aumentará la motivación de su hijo para estudiar.

Sentarse frente a la lección y no levantarse durante horas volverá a reducir la motivación del niño y hará que se canse rápidamente. Es importante tomar breves descansos mientras se estudia. Así, empezar a estudiar con la mente despejada conducirá a un aprendizaje más eficaz. Sin embargo, se debe tener cuidado de no ampliar la duración de estas pausas. Si los descansos se vuelven más frecuentes o más largos, será más difícil sentarse para la lección.

Durante los períodos de estudio, su hijo naturalmente se aburrirá y no querrá estudiar. Sea un compañero de su hijo durante estos períodos. Escuche sus problemas, su aburrimiento. Enfatice que es importante que su hijo estudie y logre un buen éxito, pero que usted aún lo amará si fracasa y que su amor no tiene nada que ver con el éxito de su hijo.

Finalmente, no lo haga. deje que su hijo se rinda. Los fracasos repetidos reducirán la motivación y provocarán el pensamiento de "estoy fallando aunque lo intento". En este punto, su hijo puede dejar de estudiar o reducirlo. Pero lo importante es recordar que estudiar es un proceso y aunque de vez en cuando haya fracasos, es necesario estudiar periódicamente para lograr el éxito deseado al final del proceso.

    Haces de todo de estos, pero la motivación de su hijo aún permanece. Si no puedes lograrlo o no hay cambios en su éxito. No olvides obtener ayuda de un experto que trabaje en el problema que estás experimentando.

 

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