A algunos niños les encanta ir al dentista, pero a muchos no les ocurre lo mismo. Hasta la fecha, hemos conocido a muchos niños que experimentan miedo al dentista en diferentes niveles. Para algunos niños, incluso escuchar las palabras dentista o examen es suficiente para estresarse.
La salud bucal de su hijo es, por supuesto, muy importante, pero obligar a un niño asustado a sentarse en el sillón del dentista es un problema. a eso se le debe dar mucha más importancia.
1. Lea historias sobre dentistas a su hijo
Leer historias sobre dentistas a niños es un método muy útil . Dado que las fuentes turcas de libros son muy limitadas, puedes acceder a libros extranjeros o ver una caricatura apropiada para tu edad cuyo contenido hayas visto y comprobado de antemano. Una historia en la que el personaje principal tenga un examen dental feliz y divertido también será buena para su hijo.
2. Lleve a su hijo a un examen dental mientras sea lo más pequeño posible y antes de que se le caries
Muchos dentistas recomiendan que los niños se realicen su primer examen dental al año de edad. Visitar al dentista a una edad temprana es muy beneficioso no sólo para la salud bucal, sino también para que tu hijo se acostumbre al concepto de dentista. De esta forma, su hijo se acostumbrará a este entorno, no se sentirá alienado y tendrá la oportunidad de desarrollar una relación de confianza con el dentista.
3. Juega al juego "Odontología" en casa
Antes de llevar a tu hijo a un examen dental, será muy útil ensayar el examen dental. Puede desempeñar el papel de un paciente dental y hacer que su hijo lo examine como un dentista, y luego cambiar los roles y examinar a su hijo en el papel de paciente como dentista. De esta manera, podrá darle pistas a su hijo sobre qué esperar durante el examen. Si lo desea, su hijo puede utilizar un juguete como paciente y examinarlo. Puedes crear fácilmente la decoración de tu casa con una silla, un espejo y un cepillo de dientes.
4. Comuníquese con sencillez
Contarle a su hijo sobre la visita al dentista en el último momento aumenta el estrés y la ansiedad. Si su hijo le tiene miedo al dentista, dedique suficiente tiempo a prepararlo psicológicamente antes de la visita. fecha y Antes de reunirse, bríndele información y recuérdele la fecha varias veces.
Si su hijo tiene preguntas, asegúrese de responderlas antes de ir al dentista. No utilices palabras inciertas como “Todo estará bien”, porque si surge una necesidad de tratamiento o se realiza un procedimiento que no le gusta, su confianza tanto en tus palabras como en el dentista se verá minada.
Utilice oraciones positivas, por ejemplo, "el dentista es sólo un médico", "Quiere contar sus dientes y ver si se ven cuando sonríe". Puedes intentar hacer más atractiva tu visita al dentista, especialmente utilizando palabras como “limpio”, “saludable”, “fuerte”.
5. Elija especialistas en pedodoncia
Llevar a su hijo a un especialista en pedodoncia (odontología infantil) le proporcionará ventajas. Además de ser expertos en dientes diminutos y dientes de leche, los pedodoncistas; También saben cómo hacer que los niños se sientan bien en el sofá. Así, el niño podrá tener una experiencia más agradable durante el examen.
Los pequeños detalles son importantes; Establecer previamente un vínculo de comunicación y confianza con el niño, explicarle qué pasará después de sentarse en el sofá, explicarle cómo darle feedback al niño a través de la gamificación, etc.
6. Explícale a tu hijo la importancia de la salud bucal y sé un ejemplo para él/strong>
Explicarle a tu hijo lo importante que es la salud y limpieza dental y brindarle cuidados será una importante inversión en salud para él. Aclare lo que debe hacer para tener dientes sanos, como cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental, enjuagarse la boca después de comer algo dulce o ácido y visitar al dentista con regularidad. Recuérdeles que los dentistas están ahí para fortalecer sus dientes. y su sonrisa hermosa y saludable. . Lo más importante es que debes dar ejemplo a tu hijo cepillándote los dientes con regularidad y, si tienes miedo al dentista, no lo reflejes y supéralo tú mismo. Recuerda, los niños prestan atención a lo que haces, no a lo que dices.
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