Las personas con poca inteligencia emocional se vuelven obesas...

Una vida sin emociones no tiene sentido. Las emociones y las experiencias nos guían en cada paso que damos. Al carecer de emociones, perdemos ciertas melodías y no logramos tomar decisiones que reflejen lo que es verdaderamente significativo para nosotros. Por otro lado, las emociones dejadas de lado no convierten la vida en un país de ensueño. Estas emociones deben necesariamente ser equilibradas por un análisis racional del que es responsable el cerebro cognitivo. De lo contrario, las decisiones tomadas "con ira" pueden poner en peligro el complejo equilibrio de las relaciones con los demás. Si no prestamos atención, si actuamos irreflexivamente y sin planificación, seremos sacudidos por el flujo y reflujo de placer o decepción que aleatoriamente se nos presentará. El término inteligencia emocional describe mejor este equilibrio entre emoción y razón. Es inteligencia que incluye la gestión de nuestra comprensión y emociones. La inteligencia emocional tiene poco que ver con el coeficiente intelectual. Los estudios muestran que menos del 20 por ciento del éxito de una persona en la vida se atribuye al coeficiente intelectual. El ochenta por ciento del éxito pertenece a otros factores.

-la capacidad de determinar el estado emocional de los demás y de uno mismo

-la capacidad de comprender el flujo natural de las emociones

-la capacidad de razonar sobre nuestras propias emociones y las de los demás capacidad ejecutiva

-la capacidad de dirigir nuestras propias emociones y las de los demás
    Estas cuatro habilidades naturales son el principio central de la auto- dominio y éxito social. Cuando se combinan, estas habilidades forman la base del autoconocimiento, la dignidad, la compasión, el compartir y la capacidad de superar las dificultades. Aunque puedan parecer simples y la mayoría de nosotros estemos seguros de que probablemente tengamos estas habilidades, la situación no es lo que parece. Las personas con un coeficiente intelectual alto pero una inteligencia emocional patética pueden tener buenos trabajos y carreras, pero tienen pocos amigos, son desagradables, hablan de sí mismos todo el tiempo y son indiferentes a quienes los rodean. Su principal defecto es que desconocen sus propios sentimientos; Del mismo modo, son sordos a los sentimientos de los demás.
    El mejor indicador del éxito en la vida es el dominio de la inteligencia emocional en comparación con el coeficiente intelectual. Un estudio sobre niños que viven en barrios pobres demostró que la inteligencia emocional juega un papel más importante en el éxito en la vida. Estos niños son adultos. Debieron su éxito cuando eran jóvenes no a su coeficiente intelectual, sino a su capacidad para controlar sus emociones, hacer frente a sus resentimientos y cooperar con los demás durante su infancia privada.

    La incapacidad de distinguir claramente diferentes estados emocionales puede provocar desnutrición. Trabajas muy duro, pierdes el sueño y tu cuerpo te dice 'para un rato, necesitas dormir', pero tú solo escuchas la voz del 'necesitas' y esto lo satisfaces comiendo la comida chatarra que siempre tienes a mano. . Porque comer en exceso es algo habitual, pero también muy difícil de controlar. La mayoría de los médicos especializados en nutrición y obesidad están de acuerdo en este punto: en sociedades que siempre están bajo estrés y tienen suficiente comida lista para afrontarlo, no poder gestionar bien las emociones es la principal razón del aumento de peso. Las personas que saben afrontar el estrés no suelen tener problemas de peso; porque son personas que han aprendido a escuchar su cuerpo, diferenciar sus emociones y responder a ellas de forma inteligente.

 

 

 

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