Todas las arrugas de nuestro rostro se producen debido a los movimientos de los músculos debajo de la piel. El Botox es un fármaco que reduce los movimientos musculares y, por tanto, ayuda a reducir las arrugas. Se administra mediante inyección y afecta a las fibras musculares de la zona donde se inyecta. Sus efectos se producen dependiendo de la dosis, y con dosis ligeras puedes tanto utilizar tus músculos como reducir tus arrugas. Es una de las opciones de tratamiento más importantes, especialmente alrededor de la frente y los ojos. La duración del efecto del Botox ronda los 4 meses en el 60% de las personas. El 20% tarda menos de 4 meses, el 20% tarda más de 4 meses. No se debe repetir antes de los seis meses. Debido a su efecto sobre los músculos, es utilizado por una amplia variedad de deportistas por muy diferentes motivos. Además del tratamiento de arrugas en cirugía estética, también se utiliza en el tratamiento de reducción temporal de la sudoración, especialmente gracias a su efecto sobre las glándulas sudoríparas.
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