Síndrome de piernas inquietas

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Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) era en realidad una enfermedad muy común en nuestra sociedad. Aproximadamente 5 de cada 100 personas padecen esta enfermedad. Sin embargo, el número de pacientes que son diagnosticados y tratados porque no se reconoce la enfermedad es muy bajo.

Entonces, ¿qué es el síndrome de piernas inquietas?

Síndrome de piernas inquietas, especialmente en reposo, son sensaciones de inquietud como ardor, escozor, estiramiento, hormigueo, a veces difíciles de describir, que se sienten en las piernas durante la noche. La persona siente la necesidad de levantarse y caminar, de mover las piernas. La queja retrocede cuando se mueven las piernas. Suele mantener ambas piernas juntas, aunque rara vez puede extenderse al brazo.

Las personas con esta enfermedad tienen dificultades para conciliar el sueño por la noche, pueden despertarse y la calidad del sueño se deteriora. Por este motivo, experimentan fatiga durante el día. Es más común en mujeres de mediana edad y. En un tercio de los pacientes, la enfermedad comienza alrededor de los 20 años y progresa relativamente lentamente. La enfermedad progresa más gravemente en pacientes que comienzan en edades medias y avanzadas, y estos pacientes suelen necesitar tratamiento farmacológico.

En más de la mitad de los pacientes, esta enfermedad se hereda genéticamente, también se puede observar en otros miembros de la familia.

La causa de la enfermedad es la dopamina, un trastorno en el paso de una sustancia llamada células nerviosas. Los estudios han demostrado que los pacientes tienen un trastorno en los núcleos de los ganglios basales del cerebro (receptores de dopamina pre y postsinápticos). Una vez más, la función de la dopamina puede verse afectada debido a la deficiencia de hierro. Especialmente en los últimos 3 meses del embarazo, el SPI se puede observar debido a la deficiencia de hierro, la deficiencia de ácido fólico, los niveles bajos de estrógeno y progesterona y el sueño irregular. Nuevamente, la incidencia del SPI aumenta con algunas enfermedades. Estos; anemia ferropénica, enfermedades renales, trastornos de la tiroides, diabetes, polineuropatía, enfermedad de Parkinson y enfermedades reumáticas. El SPI causado por este tipo de enfermedad se llama SPI secundario. Las idiopáticas, es decir, secundarias a SPI de causa desconocida, deben diferenciarse examinando en detalle otras enfermedades, porque los tratamientos farmacológicos a seguir en dos casos pueden diferir. También se utilizan antidepresivos y antipsicóticos. Diversos fármacos psiquiátricos, fármacos para las alergias, el tabaquismo, el consumo de alcohol y cafeína, lo que llamamos tic, desencadenan síntomas de SPI.

Existen opciones de tratamiento con y sin fármacos.

En casos leves de SPI podemos recomendar ejercicios de estiramiento y un baño caliente antes de ir a dormir, además de medicación. Nuevamente, recomendamos encarecidamente que nuestros pacientes se mantengan alejados de la cafeína, los cigarrillos y el alcohol, ya que aumentan sus molestias.

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