CIRCUNCISIÓN

La circuncisión es una tradición, una práctica que se ha realizado durante miles de años como una necesidad religiosa. En los últimos años, con la comprensión de la importancia de la salud mental infantil, se ha comenzado a discutir la importancia de la circuncisión en términos de desarrollo espiritual.

El período más importante en el desarrollo espiritual de los niños en términos de identidad sexual tiene entre 3 y 6 años. Durante este período, los niños intentan descubrir las diferencias entre niños y niñas y darles sentido a su manera. El niño, que se da cuenta de que las niñas no tienen pene, teme perder el suyo (castración). A esto se le llama miedo a la castración. El niño, que piensa que es valioso en la sociedad porque tiene pene, experimenta miedo y ansiedad intensos debido al sentimiento de pérdida cuando escucha que le van a cortar el pene. Por eso, qué es la circuncisión, cómo se hace y quién se lo dice al niño es muy importante. A menos que exista una necesidad médica, la circuncisión no se recomienda entre los 3 y 6 años en términos de desarrollo espiritual. Estas preocupaciones no surgirán en la circuncisión realizada durante la infancia. De hecho, dado que la recuperación es más rápida durante este período, será más fácil superar este proceso. Si la edad de la circuncisión se pospone hasta después de los 6 años, preferiblemente el padre o una persona de confianza del niño debe explicar qué es la circuncisión y cómo se hace. Todos los procedimientos deben explicarse de principio a fin, con garantías tales como que los pensamientos externos del niño de perder y experimentar un dolor terrible no son reales, que no se cortará, que se hará una corrección en la punta del pene, que no sentirá dolor durante el procedimiento porque estará anestesiado y cuánto dolor podrá sentir después. Nuevamente, explicar y realizar el procedimiento por parte del médico que lo realizará cerca del niño reducirá significativamente la ansiedad del niño. La ceremonia de la circuncisión, la ropa y todas las actividades tienen como objetivo desde hace mucho tiempo reducir la ansiedad del niño. Por lo tanto, si se planea tal organización, puede ser reconfortante para el niño hacerlo simultáneamente cuando está circuncidado.

Una circuncisión preparada por un médico, en condiciones higiénicas apropiadas, por una persona que el niño confía e informa al médico con anticipación que el procedimiento se realizará, espiritualmente será una tarea que el niño realizará sin muchos problemas.

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