Enfermedad de EM

La esclerosis múltiple (EM) afecta los nervios del cerebro y la médula espinal (también conocido como sistema nervioso central). Estas fibras nerviosas son responsables de transmitir mensajes por todo el cuerpo. Están cubiertos por una cubierta llamada "mielina", que facilita la transmisión de mensajes y los protege.

En la EM, el sistema inmunológico del cuerpo se vuelve contra sí mismo y ataca la capa de mielina. En tal caso , la transmisión de mensajes nerviosos a través de fibras se ve afectada: se ralentiza, se deteriora o se detiene por completo. Dado que el sistema nervioso central conecta todas las actividades del cuerpo, se pueden observar muchos síntomas diferentes en la EM. Esto depende de qué parte del cerebro o de la médula espinal está dañada y de qué hace el nervio afectado.

Por ejemplo, si los nervios que controlan el movimiento de las piernas están afectados, es posible que tenga dificultades para caminar.

Algunos síntomas, como la dificultad para caminar, son muy evidentes; pero muchos no son obvios. Algunos de estos síntomas "invisibles" incluyen dolor, entumecimiento, fatiga y problemas de vejiga e intestinos. La EM es una afección progresiva, lo que significa que los síntomas se acumulan con el tiempo.

Debido a que la EM afecta el cerebro y la médula espinal, puede provocar una amplia gama de síntomas neurológicos. Los síntomas relacionados con la EM pueden aparecer durante un "ataque de EM" y pueden mejorar más tarde, o algunos pueden persistir durante mucho tiempo.

Estos síntomas varían en términos de gravedad y duración. Una persona con EM suele experimentar uno o más síntomas, pero no todas las personas tienen todos estos síntomas. Durante el curso de la enfermedad también se observan períodos de silencio (remisión) en los que no hay quejas ni síntomas.

Los síntomas más comunes se resumen a continuación:

• Síntomas sensoriales;  Síntomas sensoriales como entumecimiento, hormigueo, sensación de fieltro, dolor en la cara, brazos o piernas,
• Síntomas visuales: Borrosidad visión, visión doble,
• Debilidad; Pérdida de fuerza en brazos y piernas, pérdida de habilidad en movimientos finos,
• Problemas urinarios/intestinales: Como incontinencia urinaria, problemas de secreción urinaria y estreñimiento,
• Mareos, problemas de equilibrio, temblores,
• Fatiga

Con menos frecuencia, Pueden producirse depresión, disfunción sexual, problemas de memoria, problemas para dormir, dolores de cabeza y ataques epilépticos.

En la EM, síntomas como fatiga, debilidad y entumecimiento pueden ocurrir de forma intermitente durante el día o pueden durar días o semanas. Se sabe que las quejas durante el período de ataque duran al menos 24 horas. Por este motivo, para el seguimiento de la enfermedad es importante el tiempo transcurrido desde que se presentan las molestias.

Los datos más importantes para el diagnóstico se obtienen del historial de su enfermedad y de los resultados del examen. El diagnóstico de EM debe realizarlo un neurólogo, preferiblemente un especialista con experiencia en EM. El diagnóstico es cuestionable en algunas personas con EM, e incluso los centros más experimentados del mundo experimentan problemas de diagnóstico. Porque hay muchas enfermedades que pueden imitar a la EM, especialmente en las primeras etapas. Los resultados de laboratorio, como la resonancia magnética y el examen del líquido cefalorraquídeo, también pueden arrojar resultados similares en muchas enfermedades distintas de la EM. Dado que ninguna prueba por sí sola será suficiente para diagnosticar la EM, el diagnóstico se realiza como resultado de la historia clínica, el examen neurológico y las pruebas.

 El médico escucha su información de salud e investiga si se han observado síntomas de la enfermedad de EM en el pasado.

 Un informe detallado se realiza un examen neurológico.

– La resonancia magnética (MRI) investiga el estado actual de las placas formadas en la enfermedad de EM. La resonancia magnética es el método de imagen con mayor sensibilidad de los tejidos blandos.

 Muestra la respuesta del sistema nervioso central a un determinado estímulo en el momento adecuado, llamado “ potenciales evocados”.. pruebas que lo miden.

 Examen del líquido cerebro – espinal. En este proceso se examina el contenido del líquido que rodea la médula espinal.

La EM de cada paciente debe evaluarse individualmente, dos cualesquiera. No se debe olvidar que los pacientes con EM no son iguales.

Los signos y síntomas de la EM varían dependiendo de la ubicación de afectación:

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