Puede definirse como cualquier tipo de daño físico, mental, sexual o social al niño, y puesta en peligro de su salud y seguridad, como resultado de acciones tomadas o descuidadas por la madre, el padre o los responsables del cuidado, salud y protección del niño. Los niños maltratados necesitan entender lo que les está sucediendo y se les debe explicar de manera apropiada para su edad. A los niños se les debe decir que el abuso que sufren nunca es culpa suya y que tienen derecho a denunciarlo. También necesitan aprender que hay muchos otros niños como ellos que sufren abusos y abandono. El abuso puede ocurrir en cualquier lugar. Esto no tiene nada que ver con su nivel socioeconómico ni con el lugar donde viven.
Los niños necesitan ayuda para comprender y expresar las emociones difíciles que los abruman. Deben lamentarse por las muchas pérdidas que han experimentado. Luego, los niños pueden aprender cómo enfrentar las emociones difíciles que sienten y cómo lidiar con ellas de una manera saludable.
Cuando los adultos abusan de los niños o no los protegen adecuadamente, les resulta muy difícil confiar en ellos. . Es posible que quieran mantenerse alejados de las personas, pero también necesitarán cercanía y un sentido de confianza.
Los niños abusados comenzarán a sentir alivio y alivio desde el momento en que le cuenten a otra persona sobre su abusador. Lo importante es confiar en él y escucharlo bien. Desde el momento en que le cuenta a un familiar sobre tal incidente, en realidad está haciendo una llamada de ayuda. Como está dispuesto a culparse a sí mismo, es necesario comprender su llamada de ayuda y denunciar esta situación a las unidades necesarias, para que podamos hacerle sentir que se confía en él y se le puede proteger. En este caso, es una forma primaria de curar las heridas.
Los niños maltratados pueden ponerse del lado del fuerte, es decir, del abusador, como forma de sobrevivir. Los niños que viven en hogares donde ocurre la violencia pueden tener dificultades para controlar su ira. Existe el riesgo de tomar a los fuertes como modelo a seguir como forma de mantenerse a flote. Esta situación puede darse en niños que tienen problemas de confianza. Desafortunadamente, se puede ver con frecuencia. Para evitar que las generaciones futuras se conviertan en abusadores, se les debe brindar apoyo educativo y mejores modelos adultos.
Los niños abusados a menudo se sienten desesperanzados, inútiles e impotentes y no pueden actuar en su propio beneficio. Necesitan recibir ayuda psicológica de profesionales especializados en este campo.
Leer: 0
