La adolescencia se convierte en una pesadilla para todas las familias por diversos motivos. La adolescencia es el período en el que más se viven estancamientos, contradicciones, cruces de fronteras y discusiones. El mundo de este período es completamente diferente. Es un proceso en el que el adolescente marca sus propias reglas, se siente siempre correcto y muy independiente, vive sus emociones más allá de los límites y sobre todo piensa que su familia no lo comprende y generalmente se aísla de la familia. En esta etapa de desarrollo, desafiar a la familia, especialmente oponerse a ella, alimenta su existencia; La forma de decir “existo y soy libre, nadie puede interferir conmigo” y las constantes discusiones con la familia son en forma de rabietas. Cuando los problemas en el hogar se ven respaldados por un entorno negativo, muchas veces las cosas desembocan en adicciones a sustancias, huidas de casa y patologías. En definitiva, este es el período de los extremos, por lo que es muy sensible porque es peligroso.
Entrar en el mundo del adolescente requiere paciencia y comprensión. Las actitudes de los padres que se oponen directamente a sus demandas y el comportamiento opresivo o violento alejan aún más a los adolescentes de sus hogares. El hogar se convierte en una serie de luchas de poder, por lo que pueden desarrollarse conductas de ocultamiento y mentira del adolescente. Todo lo que su familia se opone empieza a parecerle más cercano y agradable. En un período de contradicciones y exageraciones, el trabajo de las familias se vuelve aún más difícil.
Para tener un ambiente hogareño tranquilo en este período, es necesario escuchar mucho a los adolescentes. Uno de los mayores beneficios es escuchar incluso las opiniones con las que no esté de acuerdo sin hacer una declaración primero. Es posible facilitar el proceso diciéndole al adolescente que lo entiendes y que es normal que piense de esa manera y lo que tú pensabas cuando tenías esa edad. Expresarte, especialmente usando el lenguaje I, es otra forma de expresar que respetas los pensamientos del adolescente y que te opones a él por las emociones que crea en ti. Durante este período, es muy importante no ser demasiado opresivo y conocer a tu círculo de amigos. Especialmente en cada período, es necesario no comparar al adolescente con otros en este período. Pasar tiempo juntos vale su peso en oro. Incluso si los sentimientos y pensamientos de sus hijos a veces le perturban, no les impida expresarlos. Es especialmente importante que tu respuesta comience con una frase positiva. Ofrece m. Los ejercicios de respiración y relajación muscular son especialmente útiles para los problemas de ira. No dudes en buscar apoyo psicológico en hogares donde los conflictos no han cesado.
Actitudes más moderadas y comprensivas te facilitarán las cosas, recordando que has atravesado el difícil mundo de la adolescencia en condiciones de una vida diferente. período de tiempo.
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