¿Qué molestias causan los cálculos ureterales?
Las quejas sobre los cálculos ureterales pueden incluir dolor, náuseas y vómitos. En los cálculos del uréter superior, el dolor se localiza en la zona lateral, se irradia hacia la espalda y la ingle y puede afectar a los testículos. El uréter inferior se extiende hacia la espalda y la ingle y puede afectar los testículos. Los cálculos ureterales inferiores también pueden causar sensación de ardor al orinar, micción frecuente, necesidad urgente de orinar y pueden golpear la raíz del pene o la vagina.
¿Cómo se reconoce?
Se determina directamente mediante película o ecografía. El estado del tracto urinario y del riñón se puede examinar mediante pielografía intravenosa (película renal medicada con IVP). La presencia de sangrado e infección se determina mediante análisis de orina.
¿Existe la posibilidad de que los cálculos ureterales pasen?
No todos los cálculos ureterales pueden requerir una intervención. En general, si no hay presión externa sobre el uréter o estenosis interna, es probable que los cálculos con un diámetro de 4 a 5 mm pasen espontáneamente. Del 29 al 98 % de los cálculos del uréter superior y del 78 al 98 % de los cálculos del uréter distal de este diámetro pueden pasar. En aquellos que han expulsado cálculos anteriormente, puede ser más fácil que los cálculos que se desarrollan más tarde expulsen.
¿En qué casos es necesaria una intervención?
Es un factor importante para tomar la decisión de intervenir en cálculos ureterales, la medida es el daño al riñón. Si existen condiciones tales como mal funcionamiento de los riñones, infección, agrandamiento severo (hinchazón) de los riñones, o en pacientes con un riñón o si la función del otro riñón está alterada, no se debe perder tiempo en la intervención. También se puede intervenir en los casos en los que no se pueden tolerar las caídas espontáneas y la eficiencia en el trabajo disminuye. Si hay obstrucción ureteral completa se debe intervenir antes de las dos semanas, si supera las 6 semanas se produce daño irreversible en el riñón.
La desaparición del dolor siempre indica que el cálculo ha desaparecido. ¿Ha pasado?
La desaparición del dolor a menudo se percibe como una recuperación, lo cual es extremadamente peligroso. No se debe olvidar el daño renal causado por la obstrucción del flujo de orina. Los cálculos pequeños pueden causar más dolor y molestias porque son móviles, mientras que los cálculos grandes son inmóviles. Se debe saber que causan menos dolor.
¿Cómo se trata?
LEOC (litología) y Se prefieren los métodos quirúrgicos endoscópicos (cerrados) o abiertos, que se determinan según el tamaño y la ubicación del cálculo y el estado del tracto urinario y los riñones.
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