Todos estamos familiarizados con la definición que primero nos viene a la mente cuando se menciona familia: la estructura/unidad más pequeña que conforma la sociedad. Crecemos, nos desarrollamos, aprendemos e incluso cambiamos en esta pequeña estructura. Nuestras experiencias aquí dan forma a nuestra relación con el mundo. Entonces, ¿qué pasa cuando surgen problemas en esta pequeña estructura? ¿Cómo afrontar estos problemas?
La primera explicación lógica que nos viene a la cabeza es reunir y hablar sobre el problema, e incluso solucionarlo de la forma más práctica y corta, si es posible. Sin embargo, a veces incluso hablar sobre el problema puede ser una experiencia desafiante para los miembros de la familia. En esos momentos, es muy importante recordar que cada miembro de la familia puede estar luchando con el problema. Definitivamente no estás sólo. Al igual que los dedos de una mano, cada dedo es diferente del otro tanto en forma como en función. Para que la mano sea funcional, diferentes dedos deben trabajar juntos.
El problema existente afecta a todos los miembros de la familia. Con un enfoque similar, en terapia familiar se considera que el problema puede ser multifacético y no pertenece a un solo miembro de la familia. Si el problema es de todos los miembros de la familia, se espera que toda la familia asista a la sesión familiar para buscar la solución. Con la terapia familiar, el objetivo es que los miembros de la familia hagan oír sus voces entre sí mientras se crea un espacio seguro para la conversación en la sala de sesiones.
Aunque el problema es un problema de toda la familia, hay otros factores que juegan un papel en la formación de este problema. Además del propio sistema familiar, también se deben tener en cuenta los efectos del trabajo, los amigos, la escuela, la comunidad y la cultura sobre el problema. Con la terapia familiar, explorar las interacciones de la familia, que es la estructura más pequeña, con otras estructuras fortalece las relaciones de los individuos de la familia entre sí. De esta forma se crean recursos para afrontar diferentes posibles retos en el futuro.
Cada familia es especial y diferente. Por lo tanto, las soluciones encontradas son válidas para la familia donde se presenta el problema. Lo que funciona para una familia puede no funcionar para otra. Con el apoyo de la terapia familiar, se descubren ciclos en torno al problema. Los estereotipos prejuiciosos que tienen los miembros de la familia se pueden cambiar. Se pueden notar los recursos en la familia. Se pueden descubrir formas positivas de comunicación. Se pueden desarrollar habilidades útiles para afrontar situaciones libres de conflictos. Confianza dentro de la familia El ambiente del amor se puede recrear.
No olvidemos que es bastante normal tener dificultades de vez en cuando en esta pequeña pero gran estructura. Las familias felices no son aquellas que no experimentan problemas, sino aquellas que han desarrollado la capacidad de afrontarlos. Cada miembro del equipo es muy valioso en este trabajo en equipo.
Espero que tengas buenos días con tus seres más preciados.
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