Lo malo es que no encuentro la respuesta. Mientras intentaba ascender en mi trabajo, que comencé con la ayuda de un amigo de la familia después de apenas graduarme de la universidad, me quedé estancado donde estaba. En el trabajo, mis amigos suelen quejarse de que no los escucho cuando hablan. Aunque digo “no, estaba escuchando” cada vez, sé que esto no es cierto y mi atención se está desviando a otra parte. Tanto es así que no podía encontrarme con un amigo solo. Definitivamente llamo a otra persona para que no sea obvio que estoy aburrido...
Hace unos días, recibí una advertencia de mi jefe debido a un proyecto sin terminar. Cada vez experimento decepciones en trabajos que se aceptan y se inician con entusiasmo, con un resultado misterioso. Mientras las cosas van así, mi esposa y yo estamos experimentando problemas en nuestro matrimonio de cinco meses. No esperaba que las consecuencias de mi apresurada decisión de casarme fueran tan tempranas y negativas. En realidad, el problema es siempre el mismo: “Estoy aburrido”… Ir a trabajar todos los días a la misma hora, volver del trabajo, cenar, preocuparme por los acontecimientos del día, no pagar las facturas… ¿Cómo puedo soportar todo esto? He estado bebiendo alcohol casi todos los días durante el último año. Mis esfuerzos por consolarme, que al principio parecían inocentes, ahora se interponen en mi camino. Hay un problema en alguna parte, se necesita ayuda...
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno psiquiátrico que la sociedad ha mencionado, diagnosticado y sobre el que se ha preguntado con frecuencia en los últimos años. Como sugiere el nombre, el trastorno se basa en déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, también puede ir acompañado de una conducta impulsiva que la persona exhibe sin pensar en las consecuencias. Los síntomas comienzan en la niñez y continúan hasta la edad adulta. Con el paso de los años, la hiperactividad puede disminuir mientras el déficit de atención continúa. Mientras que a los niños se les diagnostica con mayor frecuencia hiperactividad, el curso del trastorno en las niñas se basa en el déficit de atención. En los niños con síntomas se presenta con frecuencia un cuadro como disminución del éxito académico, desgana ante tareas que requieren atención, parecer no escuchar, no poder terminar el trabajo iniciado, cometer errores simples, ser olvidadizos y por ende perder cosas. La mayoría de las veces, los padres descubren que, aunque el niño tiene todas estas quejas, puede mirar televisión fácilmente. Dicen que puede ver un programa que le gusta y concentrarse. Lo importante aquí es entender que el niño puede dirigir su atención debido a la motivación. Debido a la impulsividad, las personas pueden participar en actividades que pueden ser físicamente peligrosas, tener dificultades para hacer cola y tener discusiones con amigos y familiares. Estos niños, que crecen con trastorno por déficit de atención e hiperactividad de forma desapercibida y sin el tratamiento adecuado, adquieren algunas creencias básicas sobre sí mismos cuando llegan a la edad adulta, en comparación con los individuos que no padecen este trastorno. Pueden llegar a ser más rechazados e indeseables que otros, y pueden adquirir la creencia de que son "defectuosos" consigo mismos. El déficit de atención se ha vuelto más prominente que la hiperactividad. Las relaciones emocionales en la edad adulta pueden verse afectadas negativamente debido a la forma inadecuada en que los individuos reconocen y regulan sus emociones durante el curso de la enfermedad.
Tomar decisiones repentinas, casarse en poco tiempo y divorciarse en poco tiempo El tiempo es un cuadro que vemos en estos pacientes. La infidelidad en el matrimonio, la incapacidad para cumplir con deberes y responsabilidades y la falta de disciplina son razones importantes para el divorcio. Desafortunadamente, los pacientes que han llegado a la edad adulta y no han sido tratados acuden a nosotros con enfermedades psiquiátricas adicionales. Es decir, se añaden al cuadro otros trastornos psiquiátricos como el trastorno por consumo de alcohol y sustancias, el juego patológico, la adicción a Internet, la depresión o el trastorno de pánico. Por tanto, el curso del tratamiento cambia. Lo importante aquí es qué tan temprano se realiza el diagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad y qué tan temprano se inicia su tratamiento. Es un trastorno tal que no sigue el mismo patrón en todos los pacientes y puede provocar graves problemas de adaptación a la vida. Es fundamental utilizar tratamientos farmacológicos adecuados en su tratamiento. Además, la aplicación de la terapia cognitivo-conductual incidirá positivamente en el curso. El punto que no se debe olvidar es que el diagnóstico temprano del trastorno por déficit de atención con hiperactividad salvará vidas...
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