Responsabilidad (hacia mí mismo primero)

Cuando la mayoría de la gente piensa en responsabilidad, piensa en deberes hacia otra persona. Sin embargo, "la propia responsabilidad de vivir bien", que es la primera y más importante responsabilidad del ser humano, no está entre las que me vienen a la mente.

"Primero yo, luego otro" debería convertirse en una lema para que la persona se dé cuenta de sus responsabilidades hacia sí misma. Aunque este lema pueda parecer egoísta, es un hecho que para ser bueno con los demás, primero hay que ser bueno con uno mismo. Llamar a este lema un enfoque egoísta y adoptar el principio de “alguien primero, luego yo” es una vía de escape utilizada para ignorar las responsabilidades que uno tiene hacia uno mismo; En otras palabras, es irresponsabilidad.
Intentar borrarse del mundo al no emprender ninguna acción social y creer que no puede tener éxito es la actitud de una persona que piensa que los demás son más valiosos que él mismo. Valorar a alguien más que a nosotros mismos significa no saber que valorarse a uno mismo es en realidad una responsabilidad hacia nosotros mismos.

Hay un hecho que todos sabemos: es más fácil asumir la responsabilidad de otra persona que asumir la nuestra propia. . ¿No es siempre más fácil pedirle a alguien por nuestro amigo que pedirle a alguien por nosotros mismos? Engin Gençtan dice que el deseo de las personas de ignorar sus propias responsabilidades es el resultado de un comportamiento defectuoso aprendido en la infancia.
Los padres que sorprenden a sus hijos con sus caprichos y expectativas excesivas literalmente le lavan el cerebro al niño sobre lo desinteresados ​​que son para poder compensar la culpa que experimentan. El número de padres que intentan hacer recaer sobre sus hijos la responsabilidad de tener un matrimonio infeliz no es pequeño. Una persona que crece en tales condiciones puede mostrar actitudes similares a las de sus padres en el futuro. No puede ser un hecho aceptable que una persona que no logra sobrevivir culpe a sus familiares de sus familiares.
Aunque sean escenarios retrospectivos como "Si mi padre no hubiera sido así..." o escenarios para eludir la responsabilidad respecto a la Se utilizan con frecuencia pasados ​​como "Si mi marido no hubiera sido así...", pero no pueden eliminar por completo los sentimientos de culpa de la persona hacia sí misma. “Cosas como esta siempre me encuentran” o “¿Ves lo que me está pasando otra vez?” “¡Di!” En otras palabras, los conceptos de destino y mala suerte son hechos que muchas veces se utilizan para ignorar nuestras responsabilidades. Nuevamente, es necesario comenzar a mirarnos a nosotros mismos desde una perspectiva diferente, pensando: "¿Qué hice para que me trajera este incidente?" en lugar de "¿Qué nos pasó?" Lo que su esposa no hizo
deja de lado lo que hicieron tu suegra y tu suegro

Lo más importante es que dejemos de quejarnos.

¿Qué hiciste, qué pudiste hacer y qué puedes hacer? ¿lo haces ahora? Hacerse estas preguntas internamente es esencial para que una persona cumpla con su responsabilidad hacia sí misma.
 

 

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