Orina frecuente e incontinencia urinaria:
La micción frecuente (polaquiuria) es una de las quejas más comunes durante el embarazo. Es más común sobre todo en el primer trimestre del embarazo y cuando se acerca el parto. Los cambios hormonales y la expansión vascular contribuyen a este malestar al afectar la función de la vejiga.
Las situaciones que aumentan la presión intraabdominal, como reír, estornudar y toser, relajan el esfínter vesical y provocan incontinencia urinaria. Además de todos estos cambios fisiológicos, aumentar la ingesta diaria de agua aumentará la frecuencia de la micción. Si hay una queja de ardor y dolor, se debe examinar para detectar una infección del tracto urinario. Ir al baño regularmente a intervalos frecuentes reducirá la posibilidad de encontrar una situación indeseable.
Salivación excesiva:
Esta condición, llamada ptialismo o sialismo, Se observa en un número muy reducido de mujeres embarazadas y es una situación muy preocupante. La causa y el mecanismo de formación no se comprenden completamente.
Reducir el almidón en la dieta y beber más agua puede mejorar la afección. Los garbanzos amarillos y los chicles sin azúcar pueden resultar beneficiosos. Se puede utilizar tratamiento farmacológico, limitado a casos muy graves.
Secreción vaginal, olores genitales:
Secreción vaginal (leucorrea), irritación e infecciones son frecuentes. Se observa en mujeres embarazadas.
La secreción pegajosa, blanca o de color amarillo claro puede continuar durante todo el embarazo.
El problema más común es la candida albicans, es decir, las infecciones por hongos. Se manifiesta con ardor, picazón y secreción parecida a la cuajada.
Aparece como una inflamación severa en la entrada y el interior de la vagina y causa malestar extremo durante las relaciones sexuales. Estas infecciones deben tratarse sin demora consultando a un médico.
Aparte de esto, también se pueden observar infecciones vaginales bacterianas que causan olor, como trichomonas y gardnerella. Trichomonas vaginalis suele provocar un flujo espumoso de color verde y mal olor.
Se presenta en forma de fresa y petequias en la mucosa de la vagina y el cuello uterino. En preparados que contienen suero fisiológico se puede diagnosticar y tratar. inmediatamente por microscopía directa. .
Además, dado que el cuidado personal será difícil, especialmente en las últimas semanas del embarazo, esto puede causar olor en el área genital. La zona genital externa se puede limpiar con champús especialmente preparados para la zona genital, con un valor de pH igual o inferior a 4,5, siempre que no sea excesivo.
No se recomiendan duchas vaginales.
Formación excesiva de gases:
Con el embarazo, se producen cambios en la ubicación de los intestinos y el estómago debido al crecimiento del útero.
El estómago es empujado hacia arriba, el esfínter entre el estómago y el esófago se relaja y se produce reflujo debido a la disminución de la motilidad.
Los intestinos también son empujados hacia arriba y hacia los lados. Además, el paso intestinal se ralentiza debido tanto a la presión como a la hormona progesterona que reduce los movimientos intestinales.
La disminución de la motilidad provoca estreñimiento y formación de gases.
La formación excesiva de gases junto con un aumento del flujo intestinal -La presión abdominal es involuntaria durante el embarazo y puede provocar la liberación de gases. Para prevenir esta situación, será útil consumir la menor cantidad posible de alimentos que produzcan gases (brócoli, coles de Bruselas, judías, col, coliflor, etc.), beber mucho líquido, consumir muchos alimentos ricos en fibra y haga mucho ejercicio.
Las náuseas y los vómitos relacionados con el embarazo se observan en el 70% de las mujeres embarazadas en los primeros tres meses de el embarazo. Por lo general, comienza entre la cuarta y octava semana de embarazo y finaliza entre las semanas 14 y 16. Ocurre especialmente por la mañana.
Aunque se desconoce el mecanismo exacto, se cree que el aumento de la hormona del embarazo (B hCG) y la relajación de la capa de músculo liso del estómago son efectivos. En ocasiones, el olor de una comida o de un objeto puede provocar el vómito. Para evitar esta situación, se puede recomendar permanecer en ambientes bien ventilados e inodoros y consumir alimentos secos a intervalos frecuentes y en pequeñas cantidades.
Para prevenir los vómitos matutinos, levantarse después de comer una galleta guardada al lado de la cama será eficaz. Cuando sea necesario, puede resultar útil utilizar medicamentos contra las náuseas consultando a un médico. En casos graves en los que no es posible la ingesta de alimentos por vía oral, puede ser necesaria la hospitalización y la terapia con líquidos por vía intravenosa.
En tales casos, se puede provocar inflamación de la vesícula biliar (colecistitis), pancreatitis, hepatitis y enfermedades de la tiroides. Se debe realizar un diagnóstico diferencial.
Sudoración excesiva:
Existe un aumento del volumen sanguíneo y de la tasa metabólica basal en las mujeres embarazadas. El volumen minuto del corazón (gasto cardíaco) aumenta entre un 30 y un 50 % a medida que avanzan las semanas de embarazo y alcanza su nivel más alto entre las semanas 28 y 32 del embarazo.
Dado que el aumento del volumen sanguíneo provoca un Al aumentar la temperatura, entra en juego un aumento de la secreción de sudor como mecanismo de protección. La sudoración es la forma que tiene el cuerpo de enfriarse. Los remedios incluyen usar ropa fina y de colores claros, tomar una ducha tibia y usar desodorante antitranspirante.
Ronquidos:
Durante el embarazo, la mucosa nasal se vuelve edematosa por efecto del aumento de la hormona estrógeno, se vuelve más espesa y aumenta la secreción de moco.
La secreción excesiva de moco en la nariz puede provocar congestión y obligar a la embarazada a respirar por la boca. Aunque en algunas mujeres embarazadas pueden aparecer pólipos en la mucosa nasal o en los senos paranasales, estos suelen desaparecer después del parto.
Beber más agua, lavar las fosas nasales con agua salada o suero fisiológico, especialmente antes de acostarse, dormir en en posición lateral izquierda y con una almohada alta. , será útil tener un humidificador en la habitación cuando sea necesario.
Ataques de ira y llanto, olvidos:
El embarazo en sí es un factor de estrés en sí mismo, un cuestionamiento para la madre, es un proceso que pasa por la incertidumbre. Con el efecto de la progesterona se manifiesta con ganas de dormir constantemente, despistes y olvidos, especialmente en los tres primeros meses.
Será más fácil tomar pequeñas notas para evitar problemas en la vida diaria. El rápido desarrollo en el cuerpo de la madre puede causar gran ansiedad, y ésta puede manifestarse con insatisfacción, impaciencia, cambios de humor, llantos y rabietas.
Este tipo de reacciones son más comunes, especialmente en mujeres embarazadas que han tenido una embarazo problemático y tiene náuseas y vómitos intensos. Esta situación es un proceso temporal y puede resolverse fácilmente con el apoyo de la familia y el cónyuge.
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