Como ser social, los seres humanos nacen en un entorno social y son moldeados por las condiciones del entorno. Cumple con las reglas de superestructura creadas por la sociedad, como la religión, la moral y la ley, y cumple con los deberes que le asignan. Sin embargo, en algunos casos, el niño puede tener problemas para establecer vínculos con la sociedad, y las condiciones actuales pueden provocar un comportamiento delictivo en el niño.
Cuando el niño no puede adaptarse a la sociedad en la que se encuentra, nos encontramos con , en el más simple, trastornos de adaptación y de conducta, y en el peor, se convierte en un adicto a sustancias. Se nos presenta como un individuo que busca la manera de ganar dinero rápidamente, es decir, comete un delito.
Para los niños, que forman la estructura básica de la sociedad y son la garantía del futuro, el delito es un acto aprendido, y los niños que tienen que aprender todo debido a su edad, son todos individuos que cometen delitos. aprende el crimen tal como aprende todo. En todos los círculos se acepta que el problema de los niños que se dedican a la delincuencia no concierne sólo a los órganos estatales de un país, sino también a todos los ciudadanos, especialmente a los que se ocupan de la política, los abogados, los educadores, los padres, en una palabra, a todos, y que este problema está relacionado con la existencia y el futuro de una nación.
La delincuencia juvenil es un problema social de los individuos que conforman la sociedad. La aplicación del castigo disuasivo utilizado para este problema es insuficiente para resolverlo. En general, la lucha contra la delincuencia y los delincuentes se centra en intervenir después de ocurrido el delito, atrapar a los delincuentes, llevarlos ante la justicia y castigarlos. Sin embargo, es necesario abordar este problema en términos de conceptos de prevención y resocialización, como en todos los países desarrollados.
Para ello, con el fin de prevenir o al menos minimizar la delincuencia de los niños con tendencia a En estos puntos, se necesitan instituciones y regulaciones que apoyen a los niños, revelen y desarrollen sus intereses y habilidades, y respondan a sus necesidades. mundo emocional. El objetivo aquí es prevenir el delito en la sociedad antes de que se cometa y, si se comete, encerrar al niño entre cuatro paredes y ejercer sobre él los sentimientos de venganza. Al contrario, es acercarse al niño de manera correcta, lógica y moderna y educarlo para que sea útil a su familia, a su entorno y a la sociedad, y que sea leal y respetuoso de los valores nacionales, espirituales y de la humanidad. Los servicios de orientación y seguimiento que se deben brindar al niño después de la ejecución deben manejarse en su conjunto, y los tribunales que juzgan a los niños deben ser una institución que organice cómo se rehabilitará al niño en lugar de una institución que imponga castigos.
En conclusión; Establecer los sistemas necesarios y determinar políticas y estrategias para prevenir la delincuencia juvenil depende de la investigación, análisis y exactitud de los datos obtenidos sobre este tema. Cuanto más reflejen la realidad los datos estadísticos obtenidos como resultado de los estudios, más eficaz y realista será determinar las causas y el alcance del problema y tomar medidas protectoras, preventivas y correctivas.
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